Los pescadores de Lorbé se ha visto obligados a amarrar de nuevo sus barcos en el puerto de A Coruña debido a los desperfectos provocados por los temporales que azotaron la costa hace dos años y que dañaron en el tren de fondeo de su dársena.

"Cuando viene un poco de mal tiempo nos tenemos que escapar a los puertos más cercanos, A Coruña o Sada, y es una incomodidad", critica el patrón de la cofradía, Emilio Méndez, que asegura que ha solicitado en innumerables ocasiones a Portos que arregle los desperfectos. "Siempre nos responden lo mismo, que no hay dinero", lamenta el patrón mayor del pósito oleirense, que denuncia que la Xunta sí ha acometido obras de mejora en dársenas con menor volumen de trabajo.

Desde la cofradía de pescadores aseguran sentirse "abandonados" por la Administración y lamentan que Portos no solo no repare los desperfectos del temporal de hace dos años sino que la Xunta siga sin poner fecha a la ejecución del acceso desde la vía ártabra. Los pescadores apelan también a la existencia de otras deficiencia, como la carencia de alumbrado en el muelle.