Tortugas y gaviotas, una cabina de teléfonos inglesa, una despensa, un Jimmy Hendrix o una recreación del Paraugas, son algunos de los cuadros callejeros que se encuentra el conductor que circula por la Rúa O Temple, que une esta zona con A Barcala en Cambre. Varios bajos de edificios, algunas esquinas y soportales de viviendas han sido pintados por grafiteros e incluso un pintor profesional con una carrera consolidada y reconocida como Joseba Muruzábal.

Este joven nació en la Rúa O Temple, frente a la Despensa de Patri, que también tiene su fachada decorada. "Todo empezó porque hace cinco años o así un grupo de chavales pintarrajearon todas las paredes. Un local, que me conocía, me pidió que le pintase algo, y así empezó, a los demás les gustó y nos fueron encargando. Lo primero que hice aquí fue un Jimmy Hendrix aunque lo que más me gusta es un Señor Miyagi que pinté en el taller Nasauto. Pero los que hay ahí no son todos míos, hay un grupo de chicos que pintan", explica Muruzábal, que ahora tiene una academia de pintura además de dedicarse a pintar y que ha sido premiado en distintos certámenes como el de Nuevos Valores de Pontevedra.

Muruzábal ya no se dedica al arte callejero, de hecho en su mundo artístico desconocen su faceta como grafitero. Este artista cree que Cambre debería tener un festival como el de Carballo, donde se paga a los participantes por pintar las antiestéticas paredes medianeras.