Las urbanizaciones "sin encaje" en el rural, los polígonos industriales "mal integrados en el paisaje"; la proliferación del eucalipto en perjuicio de los hábitats naturales autóctonos; la presión urbanística sobre las rías y ríos; las enormes cicatrices abiertas en el territorio por las canteras, o la colonización de las especies exóticas invasoras son algunas de causas de la degradación que ha sufrido y sufre el paisaje de Reserva de la Biosfera As Mariñas Terras do Mandeo.

El Catálogo das Paisaxes de Galicia, un documento técnico con el que la Consellería de Medio Ambiente aborda la primera etapa del proceso de planificación del paisaje, detecta cerca de cuarenta ámbitos de degradación ambiental en la comarca coruñesa y betanceira.

Este catálogo, actualmente a exposición pública, dedica una sección al examen del golfo ártabro. De las setenta anomalías paisajísticas detectadas en este área, alrededor de cuarenta afectan al territorio que comprende la declaración de la Unesco. Varias de las zonas degradadas fueron incluidas en el documento autonómico tras ser denunciadas por la ciudadanía.

EPaisaje urbano degradado. La presión urbanística ha sido una de las principales causas de degradación del paisaje en As Mariñas. El catálogo incluye varias urbanizaciones sin encaje en el rural y pone como paradigma el macrocomplejo residencial de Martinsa-Fadesa en Miño. El catálogo hace alusión a la periferia de Betanzos y A Coruña y señala varias anomalías en Sada, municipio en el que se construyeron varias urbanizaciones que vulneran la normativa de núcleo rural y bajo amenaza de derribo.

EExplotaciones mineras y canteras. Las actividades económicas han abierto grandes cicatrices en el territorio. Las actividad extractiva, las minas y canteras son visibles a vista de pájaro. Una de las principales heridas del paisaje que recoge el catálogo autonómico es la de la cantera de Pastoriza, en Arteixo. Otro punto negro ambiental que destaca la Xunta en su documento es la cantera de Paleo, en Carral.

EPolígonos industriales malintegrados en el paisaje. La refinería de A Coruña, rodeada por viviendas, es uno de los puntos negros paisajísticos que destaca el documento autonómico, que detalla otros muchos desarrollos empresariales en la Reserva de la Biosfera en cuyo diseño no se tuvo en cuenta el entorno natural. Los parques industriales de Piadela, en Betanzos, o el de Sada son dos de los que destaca el informe, que también apunta al impacto de As Rañas y Morás, en la actualidad un páramo debido a la falta de firmas interesadas en instalarse. La Xunta admite que la transformación de grandes áreas dedicadas al cultivo o la ganadería en áreas industriales sin el establecimiento de una red de corredores de transición han mermado considerablemente la calidad paisajística de la comarca.

ERepoblaciones forestales con especies foráneas y colonización de especies exóticas. Son cerca de veinte los hábitats de interés comunitario que alberga el golfo ártabro, muchos de ellos incluidos en el territorio de la reserva. Cobijo de especies en peligro de extinción y vulnerables, el estado de conservación de estos parajes varía. La Xunta apela al daño provocado por el progresivo aislamiento de los hábitats y la proliferación de las repoblaciones forestales con especies foráneas, especialmente eucaliptos, "en detrimento de los hábitats naturales y de los terrenos con vocación agrícola". Oza-Cesuras es uno de los municipios más afectados por este fenómeno. La colonización de especies exóticas también ha pasado una importante factura al paisaje. El documento apela al embalse de Cecebre y la ría de O Burgo.

EAbandono. El abandono de los usos agrícolas y el deterioro del patrimonio han provocado también un impacto negativo en la Reserva. Las Casas Bailly o las antiguas salas de fiesta son dos de los ejemplos.