"La puerta del reloj del campanario salió disparada y golpeó a una persona del coro. Explotaron las cámaras, los cuadros de luces, el sistema de las campanas. Hubo un ruido ensordecedor, había ochenta niños dentro, en la catequesis, y otros tantos en los locales de la iglesia. Los niños se asustaron mucho, pensaron que había caído una bomba". Así describe el cura párroco de Santa Cruz, José Carlos Alonso, cómo se vivió en el templo la caída de un rayo el pasado domingo.

Ayer por la mañana ya estaban los técnicos arreglando la instalación eléctrica y personal limpiando, ordenando y colocando cosas en su sitio aunque algunos equipos ya no tienen arreglo y será necesario comprar otros. El sacerdote estima los daños causados por el rayo en unos 30.000 euros.

"Se estropeó el proyector profesional con el que se sigue la misa, que costó 7.000 euros y que instalamos el verano pasado. También se dañó el sistema de cámaras que pusimos por los robos que hubo y que valió unos 6.000 euros. No funciona el sistema para tocar las campanas, que cuesta unos 4.000 euros; estalló la centralita telefónica. La megafonía, gracias a Dios, se salvó, la instalamos la semana pasada y costó 9.000 euros. En la sala donde se da formación se estropearon la mitad de los ordenadores, así como el cuadro de luces. Unos 30.000 euros, calculamos, y eso si no está afectada la calefacción, que costó 50.000 euros. Por ahora no va, a ver si se puede arreglar", añade.

El rayo, al afectar al sistema eléctrico, también dejó sin funcionar los aparatos electrodomésticos, entre ellos un congelador en el que guardan algunos de los alimentos que luego reparte Cáritas entre las personas más necesitadas.

"Tenemos que dar las gracias a la Cervecería Lord porque quitaron su mercancía para que nosotros pudiésemos colocar lo nuestro y que no se perdiesen los alimentos", destacó José Carlos Alonso. El párroco afirmó que la iglesia no tiene contratado seguro, solo daños a personas, por lo que solicitó la ayuda de "almas caritativas" para poder reponer todo lo dañado.

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, destacó que esta iglesia de Santa Cruz "tiene pararrayos" y a pesar de ello resultó muy afectada, "al igual que pasó hace unos años con la Casa Consistorial", que también tenía este elemento de protección.

La iglesia de Santa Cruz es una joya de la arquitectura, de diseño vanguardista, pero tan abierta en su interior de hormigón que su acústica era "nula" y se tardó una década en hallar el sistema de megafonía adecuado para que los feligreses escuchasen la misa, sistema que se instaló la semana pasada y que al menos se salvó del efecto del rayo.