El Gobierno local de Betanzos apura las negociaciones con los grupos de la oposición para intentar recabar su apoyo de cara al pleno del próximo día 8 en el que se someterá a debate la aprobación inicial del plan general.

El Ejecutivo socialista convocó ayer a los grupos a una comisión de urbanismo con el propósito de acercar posturas. Las negociaciones arrancan contra reloj y las formaciones evitan desvelar de momento el sentido de su voto, aunque Betanzos Novo y BNG ya han mostrado su desacuerdo con el modelo de crecimiento que plantea el documento.

El número de viviendas previstas, más de 4.000 en el horizonte de 16 años, y la ausencia de determinaciones en el casco histórico -relegado a la redacción de un nuevo plan especial-, han suscitado las quejas de la oposición, cuyo voto favorable resultará clave para dar luz verde al documento urbanístico.

El Gobierno local, compuesto por siete de los 17 concejales de la Corporación, ha evitado hasta ahora centrar el debate político en las previsiones que recoge el documento y ha apelado insistentemente en los últimos días a la inminente entrada en vigor de la nueva Lei de Solo para defender la necesidad de dar ya luz verde inicial al PGOM. El Ejecutivo municipal advierte que la nueva legislación obligaría al Concello a reiniciar prácticamente de cero los trámites si no dispone de un plan general aprobado inicialmente.

Los grupos de la oposición no parecen estar dispuesto a aprobar el documento sin negociar antes las previsiones urbanísticas.

Betanzos Novo, con dos concejales, ha emitido ya un comunicado en el que explica las razones que le mueven a "decir no" al plan general. El BNG, con un concejal, decidirá su voto en asamblea, aunque ha dejado ya claro que no está de acuerdo con buena parte de las previsiones y CxG, con otro edil, guarda silencio. Los populares, fuerza mayoritaria de la oposición, también evitan desvelar su postura, pero fuentes del partido dejan claro que no comparten el modelo urbanístico que refleja el documento.