La Guardia Civil investiga las causas del fallecimiento de un hombre de mediana edad cuyo cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición en el polígono Piadela, en Betanzos. El cuerpo apareció en un descampado y presentaba varias mutilaciones (le faltaba un brazo y más de la mitad del abdomen), tenía un golpe en la cabeza y estaba en proceso de momificación.

Las pruebas preliminares, pendiente aún de los resultados de la autopsia, apuntan a que podría llevar muerto un par de meses. El instituto armado mantiene abierta la investigación para identificar a quién pertenecen los restos y aclarar las causas del fallecimiento. Los agentes se mantienen a la espera de los resultados de la prueba de ADN, que resultará clave para identificar al fallecido y avanzar en la investigación.

El instituto armado mantiene abiertas todas las hipótesis. Fuentes oficiales apuntan como causa más plausible la muerte natural, aunque tampoco descartan el suicidio o un accidente. Entre otras teorías, los agentes barajan que el hombre intentase quitarse la vida tirándose a las vías del tren, que se encuentra muy próxima al lugar donde apareció el cadáver.

El caso está bajo secreto de sumario y la Guardia Civil tampoco descarta que se tratase de una muerte violenta, como confirmaron fuentes próximas a la investigación a este periódico. Los agentes sospechan que el cuerpo pudo ser trasladado desde otro lugar y que algunos de los daños que presenta el cadáver pudieron ser provocados durante un forcejeo, aunque siguen sin apuntar a un arma concreta.

Una unidad de homicidios de la Policía Judicial analiza las pruebas, aunque el resultado de la autopsia resultará clave para arrojar luz sobre este suceso.

El cuerpo fue hallado por un camionero que revisaba su carga en este descampado del polígono de Piadela. El trabajador alertó inmediatamente a la Guardia Civil, que desplazó a la zona a la Policía Judicial y la Científica para que tomasen pruebas.

El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña realiza la autopsia, que en breve aportará datos que podrían resultar determinantes para apoyar la hipótesis de un homicidio o descartarla definitivamente. De momento, los agentes se muestran cautos y mantienen abiertas todas las hipótesis, aunque desde el gabinete de la Guardia Civil apuntan a la muerte natural como la hipótesis más plausible.