El pleno de constitución de los gobiernos locales suele fijar los salarios que cobrarán los alcaldes y ediles durante todo el mandato, pero en la comarca betanceira los políticos parecen no habituarse a sus nóminas. No ha transcurrido ni el primer año del mandato y Aranga, Irixoa y Paderne ya han modificado sus sueldos. Y algunos, como el veterano alcalde socialista César Longo, no se han molestado en argumentar los motivos para incrementar sus emolumentos.

El caso del regidor de Paderne ha sido, sin duda, el caso más comentado en la comarca. César Longo decidió el pasado diciembre elevar su salario de 2.358,65 a 2.857,14 euros mensuales, es decir, 39.999,96 euros al año, a cuatro céntimos del máximo que estipula la ley para concellos de 1.000 a 5.000 habitantes. Paderne solo tiene 2.467 vecinos. La subida salarial se aprobó con el voto en contra de la oposición.

El Gobierno de Aranga, el único de los concellos de menos de 5.000 habitantes que disponía de dos dedicaciones exclusivas, ha decidido ahora reducir sus emolumentos. El Ejecutivo estableció al inicio de la legislatura un sueldo de 33.636 euros para el alcalde, el popular Alberto Platas, y otro de 26.831 euros para la concejala de Servicios Sociales, Cultura y Deportes, Eva Sánchez. El Boletín Oficial de la Provincia publicó ayer el paso de dedicación exclusiva a parcial de la edil. Un cambio que obedece al hecho de que en el último censo Aranga baja de los 2.000 habitantes, por lo que por ley solo puede haber un integrante del gobierno con sueldo íntegro. La modificación de una dedicación exclusiva a parcial se refleja en una pequeña bajada de los emolumentos, de 26.831 a 23.007 euros anuales.

Esta concejala cobrará más que el alcalde de Irixoa, Antonio Deibe, que decidió el pasado enero subir su dedicación parcial y la del edil de Obras por trabajar una hora más. El regidor de este pueblo de 1.389 habitantes ha pasado de 1.209 a 1.400 euros al mes (9.600 anuales) y el de Obras de 651 a 700 euros.