El debate previo a la aprobación del primer plan general de Sada tuvo un primer acto relativamente sosegado que, en el segundo turno de intervención degeneró en un bronco cruce de reproches entre dos antiguos aliados: PP y PDSP. Los protagonistas, Ernesto Anido y Emilio Gómez y los trapos sucios a airear, la denominada "finca del pelotazo" en Fontán y "un tal Andrés de Meirás".

El primero en abrir la caja de los truenos fue el concejal del PDSP, que ya en su primera intervención presumió de lograr eliminar del plan general alrededor de "sesenta pelotazos" urbanísticos que, sostuvo, beneficiaban a personas vinculadas al PP.

Emilio Gómez, que durante el pasado mandato denunció ante Fiscalía varios cambios entre el documento previo remitido a la Xunta para informe y el aprobado inicialmente por el pleno, centró ayer su discurso en la "finca del pelotazo".

El edil hacía referencia a la parcela de Fontán propiedad de la promotora de Anido y su hermano que, criticó, pasó de una edificabilidad de 0,50 metros cuadrado por metro cuadrado a 0,85. El concejal del PDSP sacó los planos y también los certificados del registro para probar la titularidad de la parcela y se jactó de que el PGOM eliminase el polígono del "pelotazo".

Ernesto Anido aprovechó su turno para defenderse de los ataques, defendió que se trataba de la titularidad del 75% de una pequeña parcela adquirida mucho antes de su llegada a la Alcaldía para "promover viviendas" y aseguró que el cambio no supuso ningún beneficio. "Parece que es un pecado ser promotor", lamentó.

Tras la defensa, el exalcalde pasó al ataque. Anido sostuvo primero que el 25% restante de la parcela era propiedad del hermano de la exedil de Sadamaioría Blanca Vázquez y de ahí pasó a hablar de "un tal Andrés de Meirás". El exalcalde acusó al Gobierno local de favorecer a este misterioso vecino con el paso de fincas rústicas de su titularidad a núcleo rural. "Este tal Andrés ni tiene apellidos, ni CIF, ni domicilio fiscal, pero tengo la certeza de que está en este pleno y va a levantar la mano para aprobar el plan general", denunció.

"Un poquito de responsabilidad"

El exalcalde Ramón Rodríguez Ares presenció el cruce de acusaciones entre su compañero y el exalcalde impasible, mientras que el estupor era más que evidente en los gestos de desaprobación del Gobierno local y parte del público. El Ejecutivo evitó entrar en el cruce de descalificaciones y acusaciones de "pelotazos". El alcalde, Benito Portela, tomó la palabra para pedir un "poquito de responsabilidad". En la misma línea que Francisco Montouto (Sadamaioría), Raquel Bolaño (PSOE) o Liss Becerra (BNG), el regidor apeló a la necesidad de disponer de un plan general que "dote a Sada de seguridad jurídica", permita un "desarrollo sostenible", "facilite la instalación de empresas" y la construcción de nuevos equipamientos y "reactive el sector primario".