Al igual que en As Brañas confluyen tres ríos, el Fontoia, Maior, Bao, fueron varias los factores que pudieron influir en la inusual catástrofe que asoló el pasado miércoles esta céntrica zona de Sada.Sada

Las fuertes precipitaciones de los dos últimos días, que dejaron 120 litros de agua por metro cuadrado, la incapacidad del suelo de absorber más líquido y la peculiar orografía de este tramo, sometido a una importante presión urbanística desde hace décadas, son algunas de las causas que apuntaban ayer los responsables técnicos del Consistorio.

La canalización del río Mayor en la década de los setenta y el estrangulamiento del cauce en su último tramo son dos de los factores que, según los responsables técnicos, pudieron influir en la inundación, pero no explican por sí solos las dimensiones de un anegamiento histórico.

Los técnicos apuntaban ayer a que la singular situación de As Brañas, unida a las fuertes precipitaciones de los dos últimos días, la escasa capacidad del desagüe, unidas a la subida de la marea, que impidió que el río saliese al marAs Brañas.

La situación se agravó por la carencia en Sada de las infraestructuras necesarias para absorber el volumen de agua que llegó a As Brañas, de absorber los kilómetros cuadrados que desembocan en el mismo canal. Carencias no solo en Sada, sino en el polígono de Bergondo, que carece de red separativa de pluviales, que puede dejar en torno al millón de metros cuadrados en el cauce. Entre las obras que el Concello de Sada ha demandado insistentemente y sin éxito está la ejecución de un tanque de tormentas, la mejora de la canalización para facilitar el caudal de evacuación y facilitar la limpieza del río son algunas de las obras pendientes en la villa.

La inusual inundación ha puesto también en el punto de mira protocolo de emergencias del Concello. protocolo de emergencias del ConcelloLos afectados han manifestado desde el primer momento sus dudas sobre la actuación de los responsables públicos y han atribuido las dimensiones del anegamiento a la tardanza en abrir las compuerta, en alusión a las trampillas del desagüe. Los responsables técnicos afirman que las compuertas se abrieron a las cuatro de la madrugada, y niegan, que la incidencia pudiese deberse a un atasco en la red.

La coordinación de los efectivos y la previsión del Concello también están bajo la lupa. El director xeral de Emerxencias, Luis Menor, se desplazó ayer hasta Sada y avaló las actuaciones. Los afectados lamentan, sin embargo, la tardanza en dar la alerta. Critican que solo había un policía de guardia y que se tardaron horas en tomar medidas. El Concello mantiene que el dispositivo arrancó al recibir el primer aviso a las tres de la madrugada.