Las torrenciales lluvias de estos días no afectaron lo más mínimo al muro de escollera que ejecutó Portos de Galicia al puerto de Santa Cruz, y que aguantó perfectamente del terreno, retenido además por mallas y una cubierta vegetal. Sin embargo, unos metros antes no se construyó muro y justo ahí se han producido desprendimientos desde el jueves hasta ayer mismo: una buena parte del talud, tres árboles, maleza y muchos kilos de tierra, se vinieron abajo y dañaron las pequeñas barcas que los aficionados a la pesca guardan en la parte baja además de arrancar una farola y parte de la barandilla. No era una situación inesperada: el Concello de Oleiros llevaba semanas alertando a Portos, que tiene la competencia en esta zona, del peligro de derrumbe al advertir la existencia de importantes grietas en la parte superior del talud, donde se ubica la recién arreglada carretera que lleva a la Atalaya y la playa de Naval.

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, destacó ayer que la obra de ejecución del muro que hace pocas semanas remató Portos "quedó bien" pero era necesario prolongarla, que llegase hasta la caseta de socorrismo, ya que el coste "no era mucho mayor" y se habría evitado lo que acaba de ocurrir, y con la "suerte" de que solo causó daños materiales.

El concejal de Obras Públicas, Rodrigo López Piquín, confirmó que hace unas semanas se alertó por escrito a Portos de la aparición de unas grietas en la parte superior del talud, junto a la carretera que arregló y urbanizó el Ayuntamiento. Hace unos días el Ejecutivo envió otra misiva "avisando de que la situación había empeorado y de que el derrumbe era inminente", según explicó el concejal. Ayer el escrito que enviaron ya era dando cuenta del derrumbe anunciado. El Concello llamó a la empresa López Cao para realizar ayer los trabajos de retirada de las estacas situadas al borde del talud para que no causasen más daños y otras tareas para tratar de evitar que caiga más tierra.

"El miércoles el agua bajaba en tromba por la pista y por la pendiente del terreno, se desviaba en el cruce con la rúa do Mar y cayó durante horas por el talud, justo por donde se ha caído la tierra ahora", explicó ayer un vecino de la zona. "Tememos que pueda venirse abajo también la carretera", agregó López Piquín, porque las grietas que la bordean son de varios centímetros y no dejan de crecer, una situación que podría empeorar si regresan las lluvias hoy, como predicen los meteorólogos. El alcalde aseguró que demandará ahora a Portos que ejecute "nuevas obras de contención del talud" del puerto "de forma urgente e inaplazable".

El Concello quiere que se prolongue el muro de escollera desde la caseta de los pescadores hasta el puesto de los socorristas, un tramo donde el talud de tierra tiene poca estabilidad, con un terreno muy blando.