Nieves abrió su negocio de gestión integral de agua en julio del pasado año. Los inicios fueron difíciles y teme que la inundación registrada el pasado miércoles convierta en inútiles todos sus desvelos. "Pedí un préstamo para abrir el negocio y lo he perdido todo. ¿Ahora qué hago?, ¿pedir otro?", relataba ayer mientras señalaba a su alrededor, a todas las máquinas y muebles inservibles. En los mismos términos se expresaban ayer los propietarios de locales de Sada de las calles afectadas por la riada. Todo siguen envueltos en un mar de dudas. De momento, cursan sus reclamaciones, pero ignoran cuánto dinero podrán recuperar. También hay dudas sobre las causas de la inundación. Y hay opiniones para todos los gustos. Desde los que cuestionan el protocolo a los que denuncian la falta de infraestructuras.