Los vecinos de más edad les llaman "las pozas de la ría". Son grandes agujeros de hasta tres metros de profundidad, antiguos embarcaderos junto a la ría de O Burgo que se integraron con el tiempo dentro de la zona verde de O Seixo en Oleiros, en la zona limítrofe con Cambre. Hoy en día son dos estructuras totalmente deterioradas, algunas rodeadas de hierros, y que suponen un peligro para los innumerables vecinos que pasean o hacen deporte por esta zona de gran belleza.

El Partido Socialista reclamó en el pleno del pasado jueves que el Gobierno local dé una "solución definitiva" a estos buratos ante el peligro que suponen para los viandantes. El alcalde, Ángel García Seoane, replicó que no podía hacer nada porque son terrenos de Costas de Galicia, que es el que tiene la competencia para actuar.

Antes de esta denuncia, en el año 2009, el BNG ya alertó de la existencia de estos fosos, uno de ellos de unos seis metros de largo, que comunican directamente con la ría. La entonces portavoz nacionalista Fina Quintáns reclamó que estos agujeros debían estar vallados y señalizados ante el peligro de que alguien pudiese precipitarse en ellos. Planteó la colocación de barandillas y carteles de advertencia de su existencia y destacó el hecho de que están en una zona muy poblada, con urbanizaciones con muchos niños. De hecho junto a estos viejos embarcaderos existen dos complejos deportivos, con piscina y pistas de tenis y baloncesto, además de un parque infantil en el entorno.

Uno de estos fosos, el de mayor altura, cuenta con una barandilla, oxidada, alrededor, pero tiene una abertura que da acceso a unas escaleras en muy mal estado y con un pasamanos que hace años que se derrumbó. Este agujero es apenas visible por estar tapada su entrada por unos árboles, que también disimulan los desperdicios que se han arrojado ahí desde hace tiempo.

La otra oquedad carece de cualquier medida que evite el peligro de caer a su interior, no está vallada. Este entorno es muy frecuentado por personas que realizan running y con el paso del tiempo se ha formado un itinerario por el borde de la ría, fuera del camino oficial, unos metros más arriba de esta zona verde.

Un poco más adelante de esta segunda poza se ha vallado con estacas y cinta una zona donde se ha empezado a hundir el terreno. Ahí ha aparecido un gran agujero pero además todo a lo largo del muro de cemento que bordea esta zona verde de O Seixo tiene la tierra insegura, con pequeños hundimientos, fruto de años de la acción de la marea en la parte inferior del murete, que ha ido laminando la firmeza de la tierra.

Otros metros más adelante, hacia Beiramar, parte de este muro de cemento ya se ha venido abajo, en gran medida por la acción del agua que sale de una canalización de pluviales que desemboca en la zona.

Estos agujeros y un terreno al borde del muro que está empezando a hundirse, suponen un peligro para los centenares de personas que pasan por este lugar de espectaculares vistas.