La pasarela peatonal de O Seixedo lleva semanas completamente montada sin que nadie pueda cruzar para ir hasta el área recreativa. El concejal de Obras y Servicios, José Ramón Amado, explica que el paso permanecerá cerrado varios meses más hasta que el Concello construya el acceso peatonal desde el lado de Vilarrodís. "Espero que en septiembre tengamos el acceso listo", señala el edil. Hasta entonces la pasarela no podrá usarse, ya que no hay construido un camino y tampoco está acondicionado el paso desde el área recreativa de O Seixedo.

La asociación de vecinos Manuel Murguía no entiende la razón por la que no se hizo el acceso de Vilarrodís al mismo tiempo que la obra de la pasarela. "No tenemos más remedio que aguantarnos. Se echa en falta que hubiese coordinación para hacer la obra", destaca el presidente de la entidad, José Manuel Vázquez Bardanca.

Mientras no se abra la pasarela los vecinos deberán ir hasta la rotonda de Sabón, donde deberán cruzar por los pasos de cebra regulados por semáforo. O bien ir por calle Ponte y salir hacia Laxobre. Vázquez Bardanca también se lamenta de que el paso elevado no esté abierto antes de la temporada de verano, que es cuando va "muchísima gente".

El concejal de Obras asegura que la obra del acceso, que también incluye la construcción de un nuevo parque para Vilarrodís, no se realizó porque "no había una partida en el presupuesto" y el Ayuntamiento no pudo contratar los trabajos. El Gobierno local aprobó las cuentas a mediados del mes pasado en un pleno y todavía se encuentran en periodo de alegaciones. José Ramón Amado prevé que el presupuesto quede aprobado en las próximas semanas y que el departamento de Obras podrá licitar la obra en mayo. El edil también explica que el Concello acondicionará la parte del área recreativa de O Seixedo que se vio afectada por los trabajos de montaje de la pasarela.

En el presupuesto hay una partida de 100.000 euros para el parque de Vilarrodís. Amado asegura que intentará adelantar la obra del acceso para poder abrir la pasarela y que después el Concello procederá a la construcción de esta zona verde. Este paso elevado comunicará los dos parques, que quedarán divididos por la carretera que une la rotonda de Sabón con la autovía A-6 y la autopista AG-55.

El Concello de Arteixo instaló este paso elevado en 2007, con Manuel Pose (PP) como alcalde, y tuvo un coste que rondó los 800.000 euros. En 2013 la Xunta decidió desmontarlo porque era incompatible con la reforma proyectada para la rotonda de Sabón. En septiembre de ese año las piezas quedaron en una parcela próxima a la glorieta. Allí permanecieron hasta finales del año pasado, cuando el Ayuntamiento inició los trabajos para reinstalar la pasarela. Lo hizo a unos 100 metros de su posición original. El coste de la obra es de 289.000 euros. El Gobierno gallego debía aportar 125.000 euros, pero el Concello perdió la subvención por demorarse en la instalación del paso elevado.