La Guardia Civil de Tráfico evitó ayer que un joven se precipitase desde un viaducto de Sada, a la altura del kilómetro 1.400 de la carretera que une Mandín e Iñás. Tráfico explicó ayer que se encontraba realizando un servicio rutinario en Sada cuando una pareja de agentes se percató de que en el viaducto se encontraba una persona que, por su actitud, hacía sospechar que quería acabar con su vida.

El joven había traspasado la valla y se encontraba en una repisa de la plataforma de la vía. Entonces, la patrulla de la Guardia Civil procedió a captar la atención del individuo, lo que hizo posible que dos agentes se acercaran rápidamente y lo sujetaran por las piernas, para elevarlo por la barandilla, para posteriormente colocarlo sobre la carretera fuera de peligro.