Bronco pleno en Sada por las inundaciones del pasado 30 de marzo. El Gobierno local convocó la sesión para dar cuenta de los informes de Emerxencias, Policía Local y Guardia Civil que, coinciden con la Xunta en atribuir lo ocurrido a una suma de factores adversos.

Las conclusiones no convencieron a parte de los afectados, que tomaron la palabra para criticar al Concello por no dar antes la alerta y por la supuesta tardanza en desplazar efectivos. El pleno se convirtió en el foro de dos debates paralelos. De un lado, el político, con el PP en el bando crítico. De otro, entre el público, dividido también entre detractores y defensores de la actuación del Gobierno municipal.

El Ejecutivo dio cuenta de las conclusiones y defendió que refrendaba que el dispositivo había sido correcto, como había avanzado el director xeral de Emerxencias de la Xunta. Un punto en el que incidió el alcalde, Benito Portela, es que la Axencia Estatal de Meteroloxía no activó la alerta mañana no se activó hasta las 7.16 horas, más de tres horas después de que el Concello activase el operativo por las llamadas de vecinos.

El regidor insistió nuevamente en la "cantidad notable" de agua que cayó en dos días (120 litros por metro cúbico). "Vimos los ríos como nunca los vimos", aseguró. Portela, que atribuyó en parte lo ocurrido a la estrechez del último tramo canalizado del río Maior, así como en el problema "preocupante" de las cotas, que debido a la marea alta, frenaron las salidas, agravado por el hecho de que varias calles están por debajo del nivel del mar. El alcalde aprovechó el pleno para anunciar bonificaciones en el impuesto de obras a los damnificados para las reformas precisas, así como ayudas para aquellas familias a las que las inundaciones hayan quedado en una situación de riesgo.

El BNG aprovechó su intervención para lamentar la dramática situación en que el anegamiento había dejado a familias y comerciantes y apeló a la necesidad de tomar medidas para que el episodio no vuelva a repetirse. Una intervención similar a la de la socialista Raquel Bolaño, que expresó su solidaridad con los afectados, destacó que afortunadamente no había que lamentar víctimas, apeló al seguimiento diario de la situación para colaborar en los trámites con los afectados y pidió a la Corporación "ir todos a una a ayudar a la gente". "Que no se saque tajada de la desgracia", recalcó. El PDSP hizo la intervención más breve. "No se puede echar la culpa de nadie, ni al gobierno ni a quien hizo la infraestructura", se limitó a decir Emilio Gómez. Desde Sadamaioría apelaron a la necesidad urgente de que la Xunta acometa obras largamente demandadas como la canalización del río Maior. El edil Francisco Montouto criticó también la "inacción" del anterior Ejecutivo en responder a requerimientos de la Xunta sobre los puntos de desbordamiento.

Su intervención dio pie al PP a replicarle con la negativa del bipartito a acometer esta obra, acordada por el pleno en 2008. El popular Ernesto Anido criticó la gestión del operativo, acusó al Ejecutivo de desoír las primeras llamadas de alerta y criticó que no se avisase a los vecinos. "Hay que alertar sea del color que sea la alerta. Había tiempo de avisar a bocinazos para quitar los coches de vía pública u garajes". El PP criticó la tardanza en abrir las trampillas, un desagüe en el mar a través de la red de pluviales y fecales. "Hubo una falta total de previsión, porque abrir lo que hay que abrir no gusta, le quedó grande la Alcaldía", criticó el exregidor, que recientemente tachó de "frívolas" las declaraciones del presidente de Augas de Galicia, que mantuvo que no habría podido hacerse nada para minimizar lo ocurrido.

Parte de los afectados le dieron la razón al PP, sin atender las explicaciones de Portela, que insistió en la escasa sección de estos desagües y recalcó que sí dio orden de abrirlos. Una decena de damnificados que tomaron la palabra criticaron especialmente que no se les hubiese avisado antes. La tardanza en llegar de los efectivos. O las deficiencias en la obra de canalización del río. Alguno de los afectados defendió el operativo. Hubo intervenciones a gritos. Otras, más sosegadas.