La Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo presentó ayer un nuevo número de su revista Areal, que dedica su Caderno de Estudios Locais a indagar en las causas, consecuencias y posibles soluciones a inundaciones como la registrada el pasado 30 de marzo en Sada. Biólogos como Andrés Lamas Seco y el colectivo ecologista Sociedade Galega de Historia Natural coinciden en reclamar que el planeamiento blinde As Brañas e impida nuevos desarrollos en contacto con el humedal y el río.

Desde la asociación naturalista apuntan concretamente a los desarrollos previstos en las traseras de Barrié y una urbanización en el Agra de Samoedo, en contacto con el río Maior, que incluye el plan general pendiente de aprobación definitiva.

El divulgador científico Andrés Lamas Seco especula sobre las causas de la inundación en su artículo En Sada sempre chove sobre mollado. Este biólogo coincide con Xunta y Concello en atribuir el inusual anegamiento a una suma de factores adversos: un fenómeno climatológico infrecuente, conocido como río atmosférico que dejó en la zona durante ese día 71 litros por metro cuadrado -a los que hay que sumar los más de sesenta del día anterior-. La proximidad del mar al zona de As Brañas, donde confluyen las cuencas con más caudal de la zona redujo las posibilidades de drenaje, a lo que se suma la insuficiencia de la canalización del último tramo del río. Tanto el biólogo como los ecologistas destacan además la importante presión urbanística de la zona afectada y en las proximidades, con especial acento en el polígono de Bergondo, que frenan la absorción natural. La insuficiencia de redes separativas y los rellenos realizados en As Brañas son otras de las razones apuntadas.

¿Y las soluciones para que no vuelva a ocurrir? La Sociedade Galega de Historia Natural y el biólogo Andrés Lamas apuntan a la necesidad de velar por la recuperación integral de As Brañas, la renovación de la red de sumideros que no disponen de separación de aguas, la ampliación de la canalización del último tramo del río Maior y la eliminación de los rellenos de las zonas que no fueron edificadas en el entorno del humedal.

La mejora de la canalización del río ejecutada en los setenta es una reivindicación que comparte el Gobierno local, la oposición y los vecinos afectados. Desde la Sociedade Galega de Historia Natural recuerdan que antes había dos salidas cara al mar y que ahora todo sale por un canal con problemas de concentración, agravado por el hecho que el río recibe las aguas pluviales y de depuración del polígono de Bergondo, que actúa como "embudo concentrador de aguas".