La Asociación Santa Cruz Aberta ao Mar tuvo acceso por fin estos últimos días a los expedientes de obra y actividad del futuro edificio hotelero que se ubicará en la parcela del antiguo Maxi en Santa Cruz (después de meses de peticiones el Concello accedió a su demanda) y asegura que se prevén 16 habitaciones y 10 apartamentos, por lo que "no se trata de una apuesta decidida por el negocio de hotel y que lo que se trata de instalar es un híbrido que posiblemente irá evolucionando hacia el alquiler de apartamentos". También accedieron a la licencia de obra y de actividad. Esta entidad demanda ubicar el inmueble en otro lugar y dejar el solar para uso público para proteger las vistas y el paisaje.

Este verano el solar del Maxi no funcionará como zona ORA como otros años por lo que podría apuntar la intención del propietario de iniciar las obras, al tener ya las autorizaciones.

El presidente de esta entidad, Ramiro Vidal, destaca que "la propia disposición de los apartamentos, que se encuentran mezclados entre las habitaciones", sugiere que tal distribución "está pensada para abordar en un futuro una reforma" par convertir las habitaciones en más apartamentos. Destaca que en otros lugares de la costa gallega este tipo de negocios de alojamiento acaban siempre por convertirse en bloques de viviendas. El modelo con apartamentos además sí que tiene actualmente mayor salida.

Ramiro Vidal señala que tras estudiar los expedientes se comprueba que el proyecto (que el año pasado se anunció para este verano como fecha de apertura) estuvo parado un tiempo por el desacuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa promotora que siempre apostó por "darle más peso al alquiler de apartamentos" que a hacer un hotel de "cuatro estrellas" o "de lujo", como anunció reiteradamente el alcalde en los últimos años. "El proyecto técnicamente facilita un cambio de actividad escorándose precisamente hacia donde teóricamente el gobierno municipal pretendía evitar que fuese", añade Vidal.

El promotor anunció en octubre de 2015 que su intención siempre fue un inmueble para "estancias largas", no de apartamentos de venta pero sí de alquiler, es decir, que nada de hotel. La entidad vecinal considera que tras las expectativas creadas entorno a este inmueble, a medio-largo plazo podría ser "una cosa bastante menos productiva".

"No vemos que valga la pena sacrificar nuestra calidad de vida y nuestro principal activo social, y por qué no, económico, a favor de un proyecto cuya intención no es crear empleo sino riqueza ilícita para unos pocos privilegiados".