Los alumnos del CPI plurilingüe Virxe da Cela -que da servicio a los niños de Monfero e Irixoa- son la avanzadilla de la defensa del rural. La directora, Camino Pereiro, está convencida de que reflotar las aldeas pasa por educar jóvenes "críticos, activos y cooperativos" que valoren el patrimonio cultural y natural de su entorno y que, el día de mañana, utilicen sus conocimientos para revalorizar el campo.

El uso de las nuevas tecnologías es clave "para abrir las ventanas del colegio al mundo" y ha permitido a los alumnos estrechar lazos con ONG a través del programa Monfero Solidario; y poner en marcha el proyecto Somos paisaxe, somos vida, que les ha valido dos premios en educación para el desarrollo.

Al amparo del plan Móvete, los escolares han formado ahora la asociación Soño rural para dinamizar el campo. Y han dado ya más de una lección a los políticos. La última, la presentación de una moción en el pleno de Irixoa para urgir medidas para un desarrollo sostenible: velar por unos precios justos para el sector lácteo, fomentar las cooperativas, rehabilitar el patrimonio cultural y natural, habilitar programas de asistencia a los mayores o garantizar el acceso a internet de calidad son algunas de las propuestas de un alumnado que participa en varios proyectos piloto por los que han obtenido diversos reconocimientos. Son la esperanza de dos pueblos, Monfero e Irixoa, que han perdido más de un 20% de su población en los últimos quince años.