La construcción del tanque de tormentas en el núcleo de Santa Cruz, la construcción con la que se prevé eliminar los vertidos ocasionales de aguas residuales a la ría, fue licitada por la Xunta el pasado mes de febrero por un importe elevado, 3,2 millones de euros sin IVA, razón por la que quizá se haya producido un récord de empresas que se han presentado al contrato, 48 en total.

La gran mayoría de aspirantes son uniones de empresas y por ahora la Xunta solo ha excluido a una de ellas de la licitación, Aquambiente, porque en incluir documentación incorrecta en el sobre de los datos de información general. A otra aspirante, la UTE Proyecón-Copcisa, se le reclamó subsanar defectos en la documentación presentada (datos incompletos).

El alcalde, Ángel García Seoane, declaró en el pleno de ayer que ya contrató a una empresa para realizar informes en la playa de Santa Cruz porque niega que exista contaminación tal y como señala año tras año la Dirección Xeral de Saúde Pública de la Xunta, que mantiene el baño desaconsejado en la zona junto al puerto por episodios de exceso de fecales.

El regidor aseguró que esta empresa hará analíticas cada quince días en tres puntos distintos del arenal y ya tiene un primer informe que dice que "no hay contaminación". Seoane da más valor así a los datos de una empresa privada contratada que a los que facilita la Administración pública.

Los vertidos en Santa Cruz hacia la zona del puerto se producen siempre en verano, cuando aumenta la población.

En el actual bombeo de Santa Cruz descarga toda la red de saneamiento de este núcleo y también las aguas residuales de Mera y Canide. El proyecto prevé ejecutar un tanque de 1.100 metros cúbicos con tres bombas de 37 kilovatios de potencia y dos de 160 kilowatios.

Los trabajos requerirán retirar el mobiliario del parque (juegos infantiles y aparatos de gimnasia de mayores) y también árboles de la parte alta del parque Luis Seoane. Se demolerá el actual bombeo y se construirá otro semienterrado y con un mirador encima como existe ahora.