La constitución de la mancomunidad que relevará al Consorcio As Mariñas para darle acomodo legal sigue bloqueada tras el anuncio de Arteixo de abandonar el proyecto comarcal. La disolución del actual ente supramunicipal continúa pendiente de que se concreten con el concello arteixán las condiciones económicas de la liquidación, con las conversaciones atascadas entre Consorcio y Ayuntamiento.

Los otros ocho concellos consorciados votaron ayer en pleno instar al arteixán a que formalice en el próximo pleno municipal ordinario su renuncia a la mancomunidad, que había aprobado en sesión plenaria, y a fijar una reunión entre técnicos municipales y comarcales para negociar los términos económicos de su salida. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, que se abstuvo en la votación, niega la potestad del Consorcio para exigirle que lleve el punto a pleno y dice que los técnicos lo estudiarán. Además, exige "cifras reales" por adelantado para negociar tras rechazar la penalización de entre 2 y 3,5 millones estimada por el Consorcio el pasado octubre.

Lo único que Arteixo asegura por ahora es que rechaza compartir la gestión de la basura. "Nunca mancomunaremos el servicio de basuras. La decisión está tomada y punto", zanja el regidor. Mantiene su intención de "aprovechar la estructura municipal" creada para el servicio de abastecimiento de agua e insiste en la necesidad de abaratar el recibo de la basura, que cuesta 126 euros en los concellos del Consorcio y que pretende bajar a 100 euros, aunque nunca ha presentado estudios que avalen la viabilidad de esta rebaja sin complementar el pago directo con aportaciones del Concello para abonar el coste total.

Calvelo insiste en que estaría dispuesto a entrar en la mancomunidad si se ofreciese una "carta de servicios" que cada ayuntamiento pudiese elegir compartir con otros. El presidente del Consorcio, José Antonio Santiso, asegura sin embargo que Calvelo no mencionó la carta de servicios en el pleno de ayer y que aseveró que "no quiere formar parte de la mancomunidad", a pesar de que el Consorcio prevé contratar un estudio sobre qué servicios podría mancomunar cada concello. Afirma que Calvelo aceptó la petición de llevar a pleno su renuncia a mancomunarse y de concretar encuentros entre los técnicos locales y comarcales para intentar consensuar las condiciones de su marcha.

Los encuentros entre técnicos locales y comarcales deberían haberse celebrado ya, según acuerdos anteriores. Santiso asegura que Arteixo faltó en dos ocasiones a citas concertadas con el Consorcio, en concreto, con el presidente y el gerente. Calvelo explica que renunció a asistir dado que no se le presentaron con anterioridad propuestas económicas para debatir. El arteixán había mostrado su rechazo a la estimación del Consorcio de que el Concello debería abonar entre 2 y 3,5 millones si abandonaba la gestión compartida de basuras. Calvelo justificó que en el "borrador" remitido por el ente supramunicipal hace más de medio año "faltaban datos" y demandó conocer los "activos y pasivos" y la "posición de cada ayuntamiento".

Ahora, Calvelo pide abordar por separado la disolución del Consorcio y la creación de la mancomunidad y propone que, si no hay acuerdo, sea un experto en derecho mercantil quien lleve el proceso de disolución y liquidación. Santiso se muestra de acuerdo en que un especialista ejerza de "árbitro" si los técnicos no logran consensuar las consecuencias de la salida de Arteixo.

Salida jurídica

Ante la posibilidad de que Calvelo desoiga la petición de los demás ayuntamientos y no lleve a pleno su abandono del plan para constituir la mancomunidad, Santiso asegura que estudiará con los asesores jurídicos vías alternativas para continuar con la creación del nuevo ente. El presidente da de plazo hasta el próximo pleno ordinario.

Calvelo apunta también a soluciones alternativas al consenso, en su caso, para la disolución del Consorcio. Incide en que el ente debería haberse disuelto ya de acuerdo a la nueva ley y plantea la posibilidad de "ir por otro cauce" y recurrir a la vía judicial.

El acuerdo se antoja poco probable ya que Arteixo reclama conocer la penalización económica antes de formalizar su abandono del proyecto comarcal mientras que el Consorcio asegura no entender que no lleve a cabo su decisión si ya está tomada. El arteixán asegura que el Consorcio "pretende repercutir al Concello de Arteixo la mayor indemnización posible" y que ha comenzado a utilizar un "sistema de amenazas", en referencia a la indemnización por su salida.