"Esa fuente debe de tener tradición de buena agua", apuntaba ayer Adolfina Busto, propietaria del terreno donde se asienta la Fonte da Prata, que dará de beber a 45 hogares de la zona. El manantial fue el único de todos los revisados por vecinos y Concello en Vizoño que presentó calidad óptima, de modo que dio la pista del punto del que debía extraerse el agua para la nueva traída de A Malata.

Como si lo que brotaba fuera champán, Adolfina y su marido, Ricardo Beiras, brindaron ayer junto a vecinos y técnicos gallegos, irlandeses y escoceses para inaugurar el suministro. En vasos de plástico, traídos por otra vecina, los presentes pudieron degustar el agua llegada de la Fonte da Prata hasta una fuente instalada junto al depósito. El nuevo surtidor, aún por terminar y pensado para los peregrinos, supone además el primer punto de filtrado del agua, que se completa en el interior del depósito.

La Fonte da Prata sorprendió además por la abundancia de su caudal, de once litros por segundo. "El agua localizada en la zona sería suficiente para abastecer al municipio", aseguró el ingeniero agrónomo y técnico del Ayuntamiento Carlos Ameijeira, que lidera el proyecto de mejora de las traídas.

Adolfina escuchaba las explicaciones técnicas sobre la calidad de la Fonte da Prata como quien recibe un reconocimiento al tesoro que, de algún modo, sabía que tenía. La vecina, que reside entre Vizoño y A Coruña, explica que heredó de su padre los terrenos y que se comentaba que daba buena agua, aunque ningún estudio científico lo había corroborado hasta ahora.

Tras conocer los resultados de los análisis, Adolfina se prestó a ceder el terreno para la instalación de los dos pozos que captarán el agua para la traída vecinal. "Cortamos los eucaliptos y se pusieron los pozos", explica. El alcalde, José Antonio Santiso, agradeció la colaboración vecinal. Pese a la desconfianza inicial, los vecinos ayudaron a localizar las fuentes de la zona para analizarlas hasta dar con la mejor.