El entorno del barrio de Xoez es el núcleo más antiguo e histórico de Mera. Zona de casas de pescadores, humildes, que con los años fue creciendo, mejorando, y que actualmente presenta una mezcla de lo antiguo y de lo nuevo y una red de calles que se fueron adaptando al contorno de las casas. Esta configuración conllevó a que hoy en día las alineaciones en las calles adyacentes a Celso Emilio Ferreiro (Espiñeiro, Campo das Becerras, Penatouro, Pedreiras), sea un auténtico caos. Las alineaciones que marca el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) pasan por encima de decenas de cierres, jardines, entradas a casas y también parte de viviendas y construcciones anexas.

El plan determina que las edificaciones que ocupen suelo calificado como vial deben considerarse fuera de ordenación. En estos casos se permiten obras de conservación y mantenimiento solo, aunque sí se autorizan trabajos encaminados a eliminar la causa de esa situación de fuera de ordenación (es decir, derribar un inmueble o retranquearlo).

Los números del 61 al 73 en Celso Emilio son casas cuyos frentes están todos fuera de ordenación al estar metidos casi en la carretera. Una casa tiene su escalera de entrada en medio de la acera y está fuera de ordenación. En esta avenida, en el cruce hacia la Rúa Pedreiras, la acera termina bruscamente en un muro, lo único que queda de una antigua vivienda. En la esquina de las calles Espiñeiro y Pedreiras el porche de una casa queda fuera de la alineación y enfrente igual, coge el patio y el frente de la casa.

El la confluencia de Espiñeiro con Campo das Becerras, toda esa esquina está fuera de alineación (incluida una pequeña casa muy antigua). Lo mismo sucede en el cruce de Espiñeiro con Penatouro y Campo das Becerras. En Fonte de Abaixo con Celso Emilio, todo el jardín de la casa quedafuera de la alineación, la marca que indica la anchura que debe tener la calle.

Las alineaciones y los meandros que realizan estas calles de este barrio antiguo se juntan con otro hecho que aún hoy causa dolor a muchos vecinos: la ejecución de las aceras que se reanudó en 2006, después de dos años de paralización tras iniciar los trabajos otros tantos años atrás. Esta obra del Concello fue una de las que causó más malestar vecinal, con denuncias a la Fiscalía, recursos, e incluso vecinos detenidos por negarse a que entrasen las máquinas en sus terrenos para hacer la obra.

Estos sucesos aún hoy son rememorados por muchos residentes como "una injusticia" por la forma en que se ejecutaron las aceras y por "el criterio para cogerles terreno a unos más que a otros". Recuerdan lo sucedido sobre todo ahora que el Concello ha iniciado las obras de aceras desde Arillo a Santa Ana, donde logró que, salvo cuatro, todos cediesen gratis los frentes.

Igual que en 2006

Uno de estos afectados, ex edil del Partido Popular, aún hoy, una década después, tiene la entrada a su casa y a su garaje tal y como se la dejó el Concello al ejecutar la acera en 2006: sin acceso. El Ejecutivo impuso unas contribuciones especiales en aquel año para que pagasen los que no cedían gratis frentes de sus fincas para hacer las aceras en tres zonas: Valle Inclán, Celso Emilio y calle Venezuela.

Esas contribuciones contaron con informes negativos de Intervención y tras ser denunciadas por el PP en el juzgado se revocaron, no se llegaron a cobrar. En 2009 la Audiencia Provincial, tras reabrir la causa que había archivado el juzgado, desestimó la denuncia del PP, que llegó a acusar al alcalde de prevaricación. El alcalde y el entonces edil de Obras declararon en el juzgado por esta causa. El concejal señaló que no hubo perjuicios para nadie porque las contribuciones se anularon.

Ángel García Seoane aseguró en aquel momento que los populares querían "aceras gratis para sus afiliados" porque según declaró "de los doce afectados por la expropiación, la mayor parte son concejales, exconcejales y dirigentes del PP".