Grietas, desconchados, la pintura descascarillada y llena de humedades e incluso trozos de cemento caídos al suelo. Éste es el estado que presenta la fachada de la capilla de San Roque en el casco urbano de Sada. Ante el mal estado de este inmueble (desacralizado y actualmente convertido en sala de exposiciones) la Concejalía de Cultura solicitó ayer a la Dirección Xeral de Patrimonio la autorización para repararla al estar catalogada.

Un técnico municipal realizó un informe sobre su estado a petición del edil de Cultura Marcos Villar, quien destacó que esta obra sería independiente de que también necesite otra actuación después de mayor calado, tanto en el exterior como en la cubierta y en las paredes.

Los trabajos que prevé hacer el Ejecutivo ahora, urgentes, es arreglar "el recebo desprendido, sellar las fisuras y pintar de nuevo" la fachada, trabajo que harán en su mayor parte los propios operarios municipales. Según este técnico, las grietas y desconchados pudieron generarse por una fuga de agua en la tubería de suministro a la fuente, situada en un lateral de la capilla, en 2015.