La expulsión de los leprosos de la ciudad de Betanzos ha puesto el broche a la Feira Franca Medieval. La representación protagonizó el último de los tres días que Betanzos revivió su pasado medieval.

Los enfermos de lepra fueron trasladados en un carro tirado por bueyes desde la plaza Irmáns García Naveira y expulsados de la ciudad entre amenanzantes vecinos, algunos armados con aperos de labranza o lanzas. Jóvenes voluntarios asumieron el papel de leprosos para la representación, una de las más emblemáticas de la feria betanceira.

Con un nuevo éxito de público, vecinos y visitantes se despiden de los artesanos, cetreros, músicos o caballeros hasta la medianoche, cuando Betanzos volverá al 2016.