Caras de funeral e incluso llantos. El alcalde, Ricardo Sánchez y los concejales Jesús Veiga y Agustín Andrés compadecieron ante los medios para expresar su "tristeza" por la pérdida de las tres banderas azules de sus playas. Hasta el punto de que Veiga rompió a llorar durante la rueda de prensa y tuvo que ausentarse durante unos minutos.

Las muestras de pesar no dieron pie a la autocrítica. El Gobierno local insistió ayer en negar cualquier responsabilidad en la pérdida de los distintivos por el retraso en contratar a los socorristas. A punto de traspasar el ecuador de julio, solo hay 4 de los 13 efectivos de salvamento previstos, pero el Ejecutivo insiste en atribuir el déficit a "causas ajenas al Ayuntamiento". "Perder las banderas ha sido muy doloroso, pero no implica que no hayamos hecho las cosas bien, porque las hicimos bien", recalcó el regidor.

El Gobierno local sostiene que el INEM les envío en tres convocatorias -la última ayer- un total de 85 aspirantes, pero que la mayor parte desistieron sin ni siquiera presentarse a la prueba práctica.

El edil de Personal, Agustín Andrés, explicó que la negativa de la mayor parte de los aspirantes a presentarse es lo que le llevó a calificar la situación de "desastre". Insistió en que hicieron "todo lo posible" y, al igual que el regidor y el primer teniente de alcalde, se mostró seguros de recuperar las banderas el próximo verano. Ricardo Sánchez recalcó que las playas cuentan con "el resto de las condiciones que exige la bandera azul" e instó a la Diputación a tomar medidas ante un "problema generalizado".

El primer teniente de alcalde, Jesús Veiga, no dudó en calificar la jornada del pasado lunes como un "día muy triste", especialmente por la pérdida de la enseña de Praia Grande, que este verano celebraba el 30 años de bandera azul. "Es un trabajo de muchos años y creo que es irresponsable protestar, ¿qué hizo esta gente por conseguir la bandera? [ criticó en alusión al PSOE].

Sus explicaciones no convencen al PSOE, que ayer exigió la dimisión del alcalde y los dos ediles por propiciar esta "pésima noticia para Miño con su mala gestión". Al igual que el BNG, la formación atribuye la falta de socorristas a las condiciones impuestas, que contrapone con la subida del sueldo de los ediles y a otros gastos "superfluos".