Cris visita desde que es una cría el Hotel Santa Cristina. Esta gaviota, pariente lejana quizás de la popular Pardela, se ha convertido en una asidua del local que regenta Germán Pereiro. Acude desde hace siete años en "invierno y verano", según relata el periodista Roberto L. Moskowich en una de sus crónicas.

Cris ha hecho migas con el hostelero, que siempre tiene algo reservado para saciar el apetito de la gaviota como premio a sus modales. "Se acerca hasta la puerta , mira a derecha e izquierda en busca de Germán, y penetra caminando majestuosamente hasta el mostrador", relata Moskowich, testigo de una de las visitas de este pájaro que, por deferencia a su benefactor, nunca alza el vuelo hasta dejar atrás la zona de mesas.