Gritos de dimisión y folios azules para protestar por la retirada del distintivo de calidad en las playas de Miño. Alrededor de sesenta personas participaron ayer en la concentración convocada por el PSOE frente al Consistorio bajo el lema Miño, de mal en peor.

Tras un minuto de silencio por el atentado en Niza, el portavoz socialista Manuel Vázquez Faraldo tomo la palabra para exigir el cese del alcalde, Ricardo Sánchez, su segundo, Jesús Veiga, y el concejal de Personal, Agustín Andrés, por su "pésima gestión". Una petición coreada por todos los presentes, que culpan al Ejecutivo municipal del retraso en contratar los socorristas.

Manuel V. Faraldo lamentó las "malas condiciones" ofertadas a los efectivos de salvamento, que contrapuso con el incremento salarial del alcalde y su número dos y con el "derroche" en la compra de casetas para la playa que hasta ahora aportaban los empresarios con concesión. "Hay que acabar con esta peste", instó Faraldo, que lamentó el impacto en el comercio y la hostelería de la pérdida del distintivo y la falta de socorristas.

El alcalde declaraba horas después de la protesta que su "prioridad ahora" es garantizar la seguridad en las playas y recalcó que el hecho de perder las banderas azules se debe exclusivamente a la falta de efectivos de salvamento, un déficit que atribuye a una "problemática general" por los cambios de normativa. Insiste que los arenales disponen del resto de los servicios que le valieron el distintivo.