Aqualia mantiene un conflicto con Arteixo desde 2013, cuando se puso fin a la empresa mixta que gestionaba el servicio de agua. El Ayuntamiento le reclama 26 millones de euros al considerar que la empresa fue la responsable del mal estado de la red de agua y de no cumplir las inversiones previstas. El director de Aqualia, Santiago Lafuente, pretende explicar la situación. Cree que faltó "voluntad" por parte del Ayuntamiento para reflotar la empresa mixta y niega cualquier tipo de presión al alcalde, Carlos Calvelo.

-¿Cómo se llega a esta situación tan peculiar con Arteixo?

-Contábamos con que entrase el puerto exterior y el polígono de Sabón. Y con mucho crecimiento porque en aquellos momentos Arteixo tenía un plan general con un desarrollo altísimo. No se cumplen las expectativas y la sociedad empieza a perder dinero. Planteamos muchas opciones de viabilidad. No solo tarifas. Reducción de costes, convenios con la Diputación e incorporar el polígono de Sabón. Todas esas propuestas nunca son aprobadas. Llegamos a esa situación económica tan mala en la última legislatura. He estado en consejos de administración y personalmente obligué a que se votasen las propuestas de una en una. Cuando digo de una en una me refiero a que vamos a cerrar la oficina e irnos al Ayuntamiento. No se aprueba por el voto de calidad del alcalde. Vamos a reducir plantilla. No se aprueba por el voto del alcalde. Vamos a forzar la incorporación a la depuradora mancomunada de Bens de forma que le pasemos las infraestructuras que hasta entonces mantenía Arteixo. No puede ser porque todavía no está constituida la mancomunidad. Y eso nos lleva a que por imperativo legal acabas en una disolución. Hasta ese día Aguas de Arteixo no tuvo ningún expediente sancionador.

-¿Por qué cree que el Ayuntamiento votaba en contra de todas las propuestas que hacía Aqualia para sacar adelante la empresa?

-Eso me lo he preguntado muchas veces. Hace poquito han salido unas declaraciones de un personaje particular, del alcalde de Oleiros, que dice que en estas estrategias de municipalización -ahora está habiendo mucho ruido con romper la mancomunidad de residuos- hay veces que arrastran contrataciones de gente. La empresa mixta tenía un gerente y ahora es un concejal liberado que cobra un sueldo del servicio de aguas. Eso lo dice el alcalde de Oleiros.

-¿No tenían claro el motivo de que votasen en contra?

-No. Lo que sí que sé es que faltó voluntad para resolver la situación y la prueba de ello es que muchos de los problemas se han resuelto a posteriori. Se han resuelto con mucho apoyo de la Diputación que desde el Ayuntamiento de Arteixo en nuestra época no se exigió el apoyo de la Diputación que se ha tenido para la incorporación del polígono de Sabón o con la arteria nueva para llevar agua al polígono de Sabón. O para arrancar la EDAR mancomunada de Bens y pasarle cerca de 200.000 euros de coste. La realidad es que no hubo voluntad. Una de las propuestas que se aprobó por unanimidad fue venderle nuestra participación en la sociedad al Ayuntamiento. Tuvimos un consejo de administración que duró hasta la una de la mañana porque había abogados de todas las partes y era un acta muy trabajosa. El alcalde y yo nos tiramos horas charlando en un bar que había al lado mientras los abogados redactaban la última línea del acta. Eso se paró y nunca más se supo. ¿Si me dices que el alcalde o alguien del Ayuntamiento tenía una estrategia preconcebida? No lo puedo acreditar.

-Una de las acusaciones del Ayuntamiento es que no se cumplieron las inversiones previstas. Dicen que solo se cumplieron 2 de 20 millones. ¿Esto es así?

-Hay diferentes formas de prestar un servicio de aguas. El Ayuntamiento de Arteixo elige una modalidad que es una empresa mixta muy participada por el sector público. Aunque te dan un 51% en el sector privado el consejo de administración te controla. Con lo cual el sector público te controla. ¿Quién tiene que hacer esas inversiones? La empresa mixta, que es Aqualia. Al principio se ejecutaron las inversiones rápidamente, aunque con cierto retraso en algún caso. La sociedad al ritmo que no se va cumpliendo sus expectativas económicas entra en pérdidas. Entramos en ese bucle y la sociedad no tiene más capacidad de endeudamiento.

-El alcalde dice que no cumplir con las inversiones es una política de empresa.

-Esas declaraciones tienen un ejército de cosas infundadas. ¿Va a plantear una demanda penal contra su gerente? Su gerente, que nunca reprobamos los consejeros. Ni la parte pública ni la privada dijeron nunca nada contra él. Que diga que es una política de empresa no hacer inversiones cuando somos la primera empresa de agua en España, la tercera de Europa y la séptima del mundo. No se sostiene. A lo mejor quien tiene que mirar sus problemas es él. En Moaña tuvimos una discusión de inversiones que se resolvió.

-¿Cómo cree que acabará la querella que le ha interpuesto el Ayuntamiento en la que le reclama 26 millones de euros?

-Hay cuatro procedimientos en Arteixo. Un procedimiento mercantil que es el de la liquidación de la sociedad que está apelado por el Ayuntamiento. En la sentencia el juez nos da la razón mayoritariamente. El juez reconoce 2,4 millones de inversión de Augarsa que el Ayuntamiento en los informes no las reconocía. La sentencia mercantil habla de culpas compartidas. La Junta Consultiva curiosamente también habla de culpas compartidas. Y yo podría reconocer que son culpas compartidas. Otro expediente es el que nos abre el Ayuntamiento por resolución del contrato. Siempre después de que la empresa entre en disolución. Son los 26 millones famosos. Un juez lo divide por la mitad. Lo rebaja a 14 millones. Con lo cual algo está diciendo el juez. Cuando me piden 26 lo normal es que pida un aval de 26.

-El juez reconoce 14 millones al Ayuntamiento.

-No es anticipo de sentencia. Me está diciendo que nunca me va a pedir 26. Nosotros después iniciamos otro expediente en el que decimos que la culpa es del Ayuntamiento. Y después les decimos que valoro tu culpa en tanto. Ese pleito ya tiene sentencia del TSJ y dice que no hay pruebas suficientes para acreditar la culpabilidad del Ayuntamiento. Después retiramos la reclamación económica. El juez no ha dicho que sea culpa de Aqualia. Ese es otro pleito. Ese va muy despacio.

-En esa sentencia se decía que quedó probado que Aqualia contrató obras a firmas de su mismo grupo con sobrecostes.

-Todas las obras que se hicieron las aprobó el consejo de administración por unanimidad. Es verdad que algunas fueron del grupo Aqualia, pero es que el grupo no tiene prohibido la licitación de obras en empresas mixtas donde está.

-La sentencia aseguraba que la red estaba en mal estado.

-La red depende del ritmo de reposición. El Ayuntamiento ahora está presumiendo de que hicieron obras de dos millones con fondos del Puerto y de la Diputación. En nuestra época no hubo eso. Cuando la empresa se interviene sí que empieza a entrar dinero de fondos ajenos y se empieza a renovar.

-El alcalde les ha acusado de haberlo intimado, que lo presionaron. ¿Ha sido así?

-Nada. Hemos tenido infinitas reuniones y no sé qué quiere decir con que se siente intimidado. Se sentirá tan intimidado como yo. El alcalde en el día que hacemos un consejo de administración y una junta de accionistas, que por obligación mercantil tenemos que acordar el inicio de causa de disolución, el alcalde en consejo que su voto hubiera sido clave votó a favor y en junta de accionistas se abstiene. Eso personalmente se lo reprobé. Le dije que estaba haciendo una inmoralidad. Está haciendo ver que en junta de accionistas no te pronuncias y lo hace el que tiene el 51% del capital (Aqualia) y luego vota a favor. Es una decisión muy medida. Me abstengo aquí y dejo que la empresa entre en causa de disolución, pero hago como si yo no participo. Es el presidente de la sociedad. El alcalde sabía que la sociedad tenía graves problemas económicos y creo que por mucha culpa municipal, pero digamos que por culpas compartidas.