O Quinto Pino está peor que cuando empezó la construcción del acceso al puerto exterior de Langosteira. Los vecinos llevan casi un año entero sin poder usar las paradas del autobús que hay delante de sus casas. El Ministerio de Fomento desvió el trazado de la carretera y desplazó las paradas con las obras del acceso a Langosteira (la carretera pasó de tener dos carriles a contar con tres). El motivo del retraso es que falta el semáforo que prometió instalar el Gobierno central y que la Xunta ya autorizó en octubre.

El alcalde, Carlos Calvelo, anuncia que será finalmente la Xunta (titular de la carretera) quien asuma los trabajos con el aval que tuvo que depositar la constructora del acceso a Langosteira para desviar el trazado de la carretera que une A Coruña con Arteixo por O Quinto Pino. Fomento se comprometió a habilitar un semáforo y un paso de cebra para poder cruzar con seguridad tras una petición del Ayuntamiento de Arteixo. La Consellería de Infraestruturas e Vivenda eludió aclarar a este diario si finalmente asumirá la instalación de este semáforo. El regidor de Arteixo lo celebra. "Es una reivindicación histórica de O Quinto Pino y ahora se resuelve", destaca Carlos Calvelo. Y admite que ha habido "retrasos" de "muchos meses" para acordar la colocación de este semáforo.

Las paradas del autobús siguen inutilizadas a la espera del semáforo desde hace meses. Un vecino de O Quinto Pino lo califica de "increíble" y de "criminal", ya que solo se trata de un semáforo. El autobús que cubre la línea Arteixo- A Coruña pasa de largo. Un residente explica que los usuarios de esta línea deben bajar hasta A Maceira porque es la parada más cercana. Hay una provisional fuera de la carretera general en O Quinto Pino, pero suben pocos autobuses. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, reconoce que "teóricamente" Autocares Vázquez debería cumplir, pero no lo hace. Algunos autobuses sí suben hasta la parada provisional, aunque son pocos, según el vecino.

La asociación social y cultural de O Grilo denuncia que es una "situación casi ridícula" para lo que debería ser una "obra de primera necesidad" para los vecinos. "Han gastado millones de euros en las obras de acceso al puerto exterior y ahora andan dando vueltas por unos miles de euros", asegura el presidente de la entidad, Pablo Mariño. El nuevo acceso a la dársena exterior ha costado alrededor de 83 millones de euros en total.

La entidad también reclama que se construya un "acceso seguro" a las casas desde las zonas habilitadas para el autobús. "Por seguridad de la vía, por servicio a los vecinos y por tantas que nos deben a Pastoriza que acaben esas paradas de una vez a todos", señala O Grilo.