Casi rodeando el conocido edificio de la Atalaya en Santa Cruz, se ejecutará próximamente un aparcamiento que incluirá setenta plazas. El Gobierno local acaba de sacar a contratación esta obra por el procedimiento negociado sin publicidad y un presupuesto total de 190.835 euros. El plazo de ejecución es de tres meses.

El nuevo parking, que dará servicio fundamentalmente a la playa de Naval (también llamada de la Atalaya), estará situado casi al borde del acantilado. Las obras que se ejecutarán incluyen la explanación del terreno, el asfaltado y pintado de las plazas de aparcamiento, así como la plantación de árboles, una zona para aparcar bicicletas, papeleras, bancos y farolas de alumbrado público. Se instalará además una fuente y se pintará un paso de peatones. Dos de estas setenta plazas (en batería menos siete que serán en línea) estarán reservadas para personas con discapacidad.

Una señal advertirá de la prohibición de cruzar desde este futuro aparcamiento hacia el camino que lleva a la playa, salvo para los vehículos de limpieza del arenal y los servicios de emergencias.

La actuación se completará con la instalación de nuevas redes de servicios, entre ellas la renovación de la acometida para el edificio de la Atalaya, con una nueva tubería.

La pavimentación del futuro aparcamiento será de dos tipos (hormigón bituminoso y otra de losa-césped). Habrá vial de acceso y de salida y aceras en esta zona de estacionamiento, después de demoler la actual acera, en mal estado.

El proyecto incluye la delimitación de las plazas de aparcamiento pero no especifica si serán de color blanco o azul, es decir, si será gratuito o de pago con ORA. Al lado de esta zona el Concello habilitó unas plazas de ORA este verano.

El Ejecutivo local asfaltó la vía de acceso hasta este futuro aparcamiento (después de un largo proceso de expropiación de terrenos), que fue la primera fase del proyecto. Después de ejecutar esta obra ahora licitada, la tercera fase sería la ejecución de un parque y paseo de madera por el borde marítimo, que ya planteó el Concello a Costas hace años pero que este organismo demoró por su coste.