"Una chica llegó diciendo que venía solo a mirar y no quería hacer nada, y se sentó en el suelo. A los diez minutos ya estaba bailando con los demás", relata Iago Prada, de la empresa cambresa Mu Producciones, que grabó y colaboró en la preparación de una lipdub, un vídeo con coreografías realizadas por una veintena de jóvenes. La desinhibición, el refuerzo de los lazos en el grupo y hasta la autoestima son algunos de los aspectos que los chicos trabajaron a través del baile, entre otras actividades, explican las informadoras juveniles Sandra Gómez y Lucía Pintor, que ayer presentaron el vídeo en la Casa das Palmeiras junto a algunos de sus protagonistas y a la concejal de Xuventude, Elisa Pestonit.

El vídeo arranca con una imagen de O Paraugas y combina bailes, diseñados por Sandra Gómez, con juegos como el tenis de mesa y hasta una acrobacia realizada por dos jóvenes. La preparación del vídeo, además del trabajo con los bailes, incluyó actividades para que los chicos se desinhibieran y perdieran la vergüenza. Los talleres de improvisación teatral fueron el pilar "para que no estuvieran tan cortados y se vieran en situaciones en las que nunca se habían visto al asumir otros roles muy distintos a ellos, que vieran más allá de su propia frontera", explican los organizadores. "Les aporta ver otras situaciones y roles", asegura el realizador y colaborador. Además, los chicos realizaron un taller de acrobacias, en el que aprendieron la que hacen en la lipdub, y otro de composición de canciones, todo relacionado con el vídeo. Las actividades buscaban, además de que los chicos adquirieran habilidades, "crear grupo".

"La lipdub requiere trabajo en equipo y, como es un plano secuencia, los chicos tienen que concentrarse y confiar plenamente en los compañeros. Eso refuerza los lazos", explican las informadoras de la Casa da Xuventude. "Sirve para que vean la fuerza de trabajar juntos", sostiene la concejal de Xuventude.

Las informadoras y la edil inciden en que quieren que los jóvenes "vean la casa como suya". Para ello, los chicos tienen su parte en la toma de decisiones de cara a la programación de actividades. La Casa das Palmeiras ha logrado consolidar a cerca de unos 50 jóvenes que acuden a las actividades de los viernes y a una treintena de chicos que se reúnen para compartir juegos o actividades allí cada tarde. La mayoría tienen entre 12 y 15 años, señalan las informadoras. Mayor rango de edad abarcan las excursiones que también organiza la Casa da Xuventude, que además de ofrecer alternativas de ocio a los jóvenes, brinda información sobre diversas materias, desde becas hasta ayudas para vivienda.