El pleno dio luz verde a otro cambio en el presupuesto para pagar más de 17.000 euros en facturas pendientes -con el voto en contra de BNG y PP- y al plan económico financiero por incumplir la regla de gasto. El plan obligará al Concello a anular partidas para mejoras del alumbrado (20.000 euros), suministros de energía (15.000 euros), trabajos de Administración Xeral realizados por otras empresas (5.000 euros) y dedicar los fondos del PAI a amortizar deuda en lugar de invertirlos, como preveía, en mejoras en el alumbrado. El Ejecutivo municipal pidió "no dramatizar", recordó que el Concello tiene superávit y atribuyó la coyuntura a una ley "injusta" del Estado que "cercena" la autonomía de los concellos al imponer límites al gasto "tengan o no deuda". BNG y Betanzos Novo dejaron claro que no apoyan la ley estatal, pero echaron en cara el Ejecutivo que llevase al Concello a esta situación por "ñapas electorales" (en palabras del BNG) u obras "que podrían ser prescindibles", en opinión de Hipólito Pérez. El Bloque pidió sin éxito que quedase sobre la mesa para decidir entre todos los partidos otras partidas menos necesarias que el suministro eléctrico. Todos los grupos criticaron también otro "clásico" de los plenos betanceiros: los reparos por el fraccionamiento de contratos.