El PP y el Gobierno local de Bergondo se enfrentaron ayer por el estado del agua en Guísamo. Los populares enviaron una nota en la que alertaban de que varios vecinos habían denunciado ante el Seprona la "insalubridad" del agua.

Los populares afirmaron que un grupo de residentes en la parroquia de Loureda no podían beber agua del grifo sin desperdiciar una media de 15 litros cada vez que abrían el grifo porque el Concello había dejado los tubos de la traída a la vista. Aseguran que a consecuencia de esta deficiencia un niño "tuvo que ser hospitalizado después de tocar una placa de residuos".

El Concello negó ayer que el agua de la zona sea insalubre y sostuvo que las deficiencias de una canalización solo afectan a una vivienda y que no afectaban a la calidad del suministro. El Gobierno local acusó al PP de generar una "alarma injustificada" y garantizó el buen estado del agua. El Ejecutivo sostuvo la rotura de una tubería obligó a dejar provisionalmente diez metros de una tubería al aire. Insistió en que se trata de una solución provisional y que acometerá en breve las obras.