El Concello de Culleredo ha recibido el último informe sectorial que tenía pendiente sobre el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). El Ministerio de Fomento ha dado su visto bueno al documento urbanístico, lo que permitirá someterlo a aprobación provisional en el pleno municipal y remitirlo después a la Xunta.

El visto bueno del Ministerio llega semanas después del otro informe que demoraba el plan general, el de Aviación Civil. El organismo dependiente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) condicionó su aprobación al plan a que se incluyesen en este aclaraciones sobre la previsión para los suelos de los colegios Rías Altas y Montespiño. En concreto, exigió identificar estos terrenos como "ámbitos afectados por restricciones en altura y de edificación específicas" y aclarar "incongruencias" sobre la previsión de ampliar estas instalaciones. El informe reclamaba, además, clasificar como suelo rústico el del "área de cautela" y evitar urbanizarlo para que no suponga "un impedimento al futuro desarrollo del aeropuerto", para lo que insta al Concello a consensuar con AENA.

El equipo redactor del plan general, de la empresa Monteoliva, calcula que necesitará tres meses para introducir en el documento los cambios requeridos por Aviación Civil. Tras las modificaciones exigidas, el Ayuntamiento podrá resolver las alegaciones presentadas al proyecto urbanístico y someterlo a aprobación provisional en el pleno municipal. Una vez que el plan resulte aprobado por la Corporación cullerdense, podrá remitirse a la Xunta, responsable de la aprobación definitiva del documento y de su entrada en vigor.

El Concello rechaza estimar cuándo tendrá aprobado el documento, a pesar de que la empresa redactora se ha dado un plazo para concluir las modificaciones requeridas. El Gobierno local se muestra cauteloso y evita concretar si cuenta con tener el plan aprobado antes de final de año. La redacción se adjudicó a Monteoliva en 2009 después de rescindir el contrato con la redactora anterior, Prointec, que inició el plan en 2009 y acumuló tres años de retraso.