Operarios de Viaqua se desplazaron ayer de nuevo a Gandarío tras recibir nuevas quejas por el olor a fecales y el rebose de una arqueta. Los efectivos inspeccionaron la red y comprobaron que restos de la obra de saneamiento obstruían la canalización, según explicaron varios vecinos. El Concello confirmó ayer que se había producido una obstrucción en la red y garantizó que el problema ya había sido subsanado.