El anunciado desembarco de una industria láctea en Teixeiro supondría un importante impulso para un polígono que cumple una década en horas bajas y para una comarca que ha visto frustrados varios proyectos de inversión. En plena crisis del sector lácteo y tras la convocatoria de varias protestas para exigir un precio digno por la leche, los ganaderos del área se mueven entre el recelo y la esperanza. A sus espaldas, otros planes millonarios que fueron anunciados hace años por la Administración y que siguen en un limbo. Entre ellos, la planta de biomasa que Ence iba a instalar en Oza-Cesuras y que el plan de viabilidad de la fusión daba prácticamente por hecho. Otro proyecto que tampoco cristalizó vinculado a la biomasa fue la planta de Renova en el polígono de Curtis. También sigue en nevera el centro logístico de Coca-Cola que iba a generar cientos de empleos en Oza y alrededores.

El Gobierno local de Curtis, que busca desde hace años inversores para el polígono, ha acogido con entusiasmo la compra por parte de Goodleit de una parcela de 80.000 metros cuadrados. La implantación de una empresa del sector lácteo de las características anunciadas no solo contribuiría a dinamizar la comarca, sino que se convertiría en un importante incentivo para el desembarco de otras empresas. El Concello y Sepes negocian actualmente con otra compañía relacionada con el sector energético que habría mostrado su interés en instalarse en el parque empresarial. De momento apenas han trascendido datos, más allá de que ocuparía una parcela de más de 50.000 metros cuadrados valorada en más de un millón de euros. La incertidumbre y optimismo que ha generado en la comarca el anuncio convive con las dudas, la incertidumbre y la desconfianza tras una larga lista de proyectos fallidos que iban a ser el revulsivo del área.