La primera fase de los enganches a la depuradora de Gandarío ha finalizado y solo 50 de los 110 vecinos de los núcleos de Gandarío y Moruxo han solicitado la acometida a tiempo. Los residentes se toman su tiempo a pesar de que el Concello advertía en julio de que disponían del plazo máximo de un mes para realizar los trámites ante la concesionaria del servicio de saneamiento.

El Gobierno local ha dado una prórroga a los residentes y continúa con la campaña informativa en otros núcleos que deberán engancharse próximamente a la EDAR, concretamente Ouces y Lubre.

El bajo porcentaje de acometidas -solo el 45% de la primera fase-, alarga nuevamente los plazos para la entrada en funcionamiento a pleno rendimiento de esta depuradora que fue proyectada en 2006. La Xunta fía a la puesta en marcha de la planta el fin de los vertidos que, un verano más, han obligado a desaconsejar el baño en buena parte de la playa de Gandarío.

La ejecución de la depuradora de estuvo marcada por numerosos retrasos desde que se aprobó el proyecto hace una década. La tramitación del plan propició también las quejas de vecinos, ecologistas y agrupaciones políticas por el impacto de la infraestructura. Residentes en esta localidad se opusieron desde el principio a la ubicación escogida, en las inmediaciones de la playa, y denunciaron deficiencias en la tramitación del proyecto. El BNG y Anova fueron los grupos que con más virulencia combatieron el proyecto por el posible impacto en la ría. y al Lugar de Interés Comunitario Betanzos-Mandeo.

La Consellería de Medio Ambiente y el Gobierno local minimizaron desde el principio las críticas y defendieron la necesidad de construir cuanto antes la EDAR para acabar con los vertidos en la zona y mejorar la calidad de la ría de Betanzos, muy castigada por los derrames.