La Xunta ha iniciado las obras para instalar el semáforo de O Quinto Pino tras un año con las paradas del autobús inutilizadas. Lo hace a menos de cuatro días de que se celebren las elecciones al Parlamento de Galicia. Los operarios aparecieron ayer por la mañana para empezar con los preparativos. La Consellería de Infraestruturas instalará un semáforo con pulsador a la altura de las paradas del autobús para poder cruzar a la marquesina que está en dirección a A Coruña. También construirá una senda peatonal que permitirá llegar a la zona de las viviendas.

"Ya iba siendo hora", exclama el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, que explica que de esta forma se resuelve un "problema de comunicación" que los vecinos sufrían desde hace años. El Ministerio de Fomento desvió el trazado de la carretera hace un año por las obras del acceso al puerto de punta Langosteira y habilitó dos paradas del autobús, que quedaron sin uso al no haber una forma segura de cruzar la carretera, que ahora tiene tres carriles de circulación.

Como alternativa Fomento instaló una parada provisional fuera de la carretera general. La empresa que presta empezó a reducir el número de viajes hacia O Quinto Pino, según han denunciado los vecinos en varias ocasiones. El Gobierno central se comprometió ante el Ayuntamiento a instalar un semáforo poder cruzar a las paradas inutilizadas. Fomento abrió la autovía de acceso al puerto exterior (con un coste total de 83,6 millones de euros) el pasado mes de junio sin instalar el semáforo prometido. Tampoco construyó la senda.

El alcalde arteixán explicó hace unas semanas que sería la Xunta quien asumiese los trabajos con el aval que depósito la constructora del acceso a Langosteira. El coste de las obras es de 60.000 euros, según el regidor. La empresa encargada de realizarlos es Canarga.

La asociación social y cultural O Grilo ha calificado lo sucedido con las paradas como una "falta de consideración" hacia los vecino. El presidente, Pablo Mariño critica que la obra de la autovía se terminase sin dar solución a los vecinos. "La obra que ha costado tanto y esto ha tardado tanto. Es ridículo", indica Mariño.