Desde las cuatro de esta madrugada el semáforo de Solymar en Perillo ya está en funcionamiento. El Ministerio de Fomento ha puesto fin así a cuatro días sin servicio, desde el pasado sábado, una situación que creó gran alarma entre conductores y vecinos debido al peligro de este cruce en una de las carreteras con más densidad de tráfico de la provincia. Durante estos días el semáforo estuvo de forma permanente en color ámbar y se instaló una señal de obra para que los coches circulasen más despacio pero nadie regulaba quién tenía preferencia de paso y los peatones cruzaban con enorme peligro el paso de peatones, según denunciaron los residentes en esta zona. Patrullas de la Guardia Civil de Tráfico tuvieron que acudir a las horas punta y también en momentos puntuales de caravanas de coches para regular la circulación. Ésta fue la segunda vez en quince días que se estropeó este semáforo. Vecinos de Coruxo de Arriba en Oleiros también denuncian una situación similar, con el semáforo averiado también desde el pasado sábado.