Los amantes de las antigüedades pueden encontrar auténticos tesoros en las tiendas de segunda mano, algunos sorprendentes de ser auténticos. Como los que oferta un establecimiento del polígono de Iñás, en Oleiros, que tiene a la venta dos antiguas butacas del cine Alfonsetti, considerada la sala más antigua de España en activo (aunque desde hace tiempo apenas realiza proyecciones).

Son dos antiguas butacas de madera "recién restauradas" de la "zona gallinero" del cine Alfonsetti, según detalla el cartel de venta. Y cuestan 390 euros. Desde la tienda destacan que su autenticidad está "confirmada". Un encargado explicó a una persona interesada en su compra que las butacas pertenecen a un restaurador brigantino al que se las habría entregado el Concello durante las labores previas a la rehabilitación de la sala, bajo el gobierno de la popular María Faraldo.

Consultada por este asunto, la exregidora se mostró sorprendida y relató que había entregado a este profesional dos de las butacas de madera para pedir un presupuesto durante la tramitación del proyecto de rehabilitación de la sala. El precio era elevado y el Concello se decantó finalmente por sustituir los asientos por unos tapizados en rojo, en sintonía con los que habían remplazado las butacas originales. La exalcaldesa popular relata que los trámites coincidieron con el cambio del mandato y que ignora si las butacas fueron devueltas al Concello tras su marcha. Relata que su objetivo inicial, truncado tras el cambio de gobierno, era dar un nuevo uso a los asientos de madera del cine con su instalación en el matadero. La exregidora asegura que solo se entregaron al restaurador dos piezas y que el resto siguen almacenadas en una nave municipal, un extremo que confirmó ayer el actual Gobierno local, que desconocía el encargo de restaurar dos piezas.

Una de las dudas que planean sobre este asunto es cómo llegó a hacerse el restaurador con la propiedad de las piezas. ¿Eran de titularidad municipal o podrían formar parte de los bienes del cine que no fueron comprados a los antiguos arrendatarios del cine? ¿Llegó a pagar el el Concello por la restauración?. Son algunos de los interrogantes sin respuesta.

Este diario intentó ayer sin éxito localizar al restaurador para arrojar luz sobre ste asunto. El Ejecutivo tampoco aclaró lo sucedido, aseguró ignorar la falta de dos piezas y se mostró sorprendido por el anuncio de venta. La resolución de 2011 que decreta el pago de la indemnización por los bienes del cine a la familia Pita también depara dudas. El escrito recoge el pago por las butacas y un informe detalla la existencia de 30 piezas de madera, pero no aclara si eran todas las del cine.