La Asociación de Concellos do Camiño Inglés toma forma. Los concellos integrantes de esta ruta de peregrinaje a Santiago de Compostela aprueban en sus Corporaciones locales de modo definitivo los estatutos del nuevo ente, que dará relevo al antiguo consorcio para adecuarse a la reforma de la ley de bases de régimen local que entró en vigor en enero de 2015. Una asamblea con todos los socios y una junta directiva con varios cargos y tres vocales -uno por cada tramo en que se divide la ruta- dirigirán las estrategias para promocionar este trazado y gestionar los fondos, que aportarán los ayuntamientos y que no podrán repercutir en entidades con ánimo de lucro más que para los fines de la asociación, según detallan los estatutos.

Los principales objetivos de la asociación serán promover el desarrollo turístico de sus concellos en cooperación con administraciones públicas y asociaciones relacionadas; promover la defensa y mejora del patrimonio natural e histórico-artístico del Camino Inglés; planificar y realizar iniciativas de desarrollo sostenible del territorio de la ruta, canalizar la promoción turística y la elaboración de programas turísticos y medioambientales; ofrecer apoyo a los peregrinos; favorecer iniciativas entre los concellos y la implantación en los mercados nacionales e internacionales y fomentar "la identidad de conjunto del territorio entre las grandes rutas viajeras del mundo". También buscará incluir el proyecto en programas de la Unión Europea o de otras instituciones o planificar actuaciones turísticas y de difusión de imagen conjunta. La asociación nacerá sin patrimonio propio y tendrá carácter no lucrativo. Su presupuesto estará conformado por las aportaciones anuales de cada concello, que se fijarán en función del número de habitantes, para lo que se fijarán cinco tramos de hasta 5.000 hasta más de 100.000 habitantes.

La asociación tendrá sede rotatoria en el concello cuyo alcalde presida la entidad. Comenzará radicada en Carral, concello que dirige el popular José Luis Fernández Mouriño, y su mandato en la presidencia durará dos años, igual que el de la junta directiva. La asamblea, en la que estarán representados todos los socios, tendrá como cometidos aprobar cambios en los estatutos, el plan de actuaciones, los presupuestos, las cuentas generales, el reglamento de régimen interno, las cuotas ordinarias y las aportaciones económicas extraordinarias; disolver la asociación, establecer la estructura organizativa; aplicar el régimen disciplinario y sancionador o aprobar la admisión de nuevos socios y miembros amigo. La asamblea se reunirá al menos una vez al año con carácter ordinario y con carácter extraordinario siempre que lo solicite el presidente o al menos un tercio de los miembros.

La junta directiva estará integrada por el presidente, el vicepresidente, un secretario, un tesorero y tres vocales, uno por cada uno de los trechos establecidos: de Ferrol a Bruma, de A Coruña a Bruma y de Bruma a Santiago. Se encargará de aprobar el programa de trabajo y los proyectos; fijar y ejecutar el presupuesto según las líneas marcadas por la asamblea general o nombrar una comisión revisora de cuentas.