Si al ir a la playa somos capaces de aparcar en cualquier sitio con tal de estar prácticamente encima de la arena, lo mismo parece ocurrirles a algunos a la hora de ir a su lugar de trabajo: si se puede aparcar en la puerta de la iglesia, mejor. Así deben pensar en el municipio de Cambre donde los vecinos ya están acostumbrados a ver esta impactante imagen: hasta una decena de vehículos estacionados delante de la puerta de la joya del románico rural gallego, la iglesia de Santa María. Los coches pertenecen en su mayoría a párrocos del entorno.

La iglesia de Santa María, símbolo del municipio, es un patrimonio protegido, un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que llama la atención que se permita el estacionamiento dentro del recinto del templo. Sobre todo porque a solo veinte metros está el aparcamiento, grande y público, del campo de la feria.

Es decir, no es que se deje el coche en la puerta de la iglesia de Santa María por escasez de plazas de aparcamiento en las cercanías. Y tampoco parece que los que allí estacionan sigan las recomendaciones de los médicos de lo bueno para la salud que es caminar un poco cada día.

Algunos vecinos de Cambre han manifestado su "indignación" por esta situación que afirman que es ya habitual y que consideran que no se puede tolerar por el daño que supone no solo a la estética del entorno sino sobre todo por el perjuicio que se le causa a este patrimonio tan importante de este territorio.

Los cambreses destacan la "mala imagen" que se da del municipio con esta situación e incluso alguno ha trasladado esta queja al Ayuntamiento.

Respecto a este entorno, el Gobierno municipal de Cambre inició recientemente conversaciones con la Iglesia para recuperar un terreno anexo a la rectoral de Santa María, actualmente amurallado, para darle un uso público.

Se trata de una parcela de más de 1.500 metros cuadrados propiedad del Arzobispado y que linda con el parque de la Igrexa y el anfiteatro.