El Gobierno y la Policía Local de Oleiros han advertido en la zona de Perillo el "repunte" de un acto vandálico que asola el municipio cada cierto tiempo, sobre todo en los últimos cinco años: las pintadas y los grafitis.

Las pintadas obscenas y homófobas en la entrada del instituto Neira Vilas de Perillo hace una semana son un episodio de la proliferación de este tipo de actos en esta zona. La policía identificó la semana pasada a un menor del municipio mientras hacía una pintada con un espray en una farola del parque José Martí. Sin embargo, la gran mayoría de las efectuadas en los últimos meses se han concentrado en negocios cerrados al borde de la Nacional VI (ahora AC-12) en el tramo entre el puente de A Pasaxe y el cruce de Sol y Mar.

El ataque a estos negocios abandonados parece seguir la famosa teoría de criminología de las ventanas rotas: si en un edificio no se arregla una ventana rota es más probable que unos vándalos rompan otra y luego sigan más. Esta teoría defiende que los entornos urbanos si son cuidados no son tan atacados por el vandalismo. En esta zona de Perillo las principales pintadas se ubican en los portales y fachadas de concesionarios, talleres, empresas de pladur o de alquiler de coches que cerraron en los últimos tiempos.

Este tipo de vandalismo también afecta a las numerosas casas y edificios viejos y abandonados que existen al borde de la N-VI, los más próximos al puente de A Pasaxe. En uno de estos edificios las pintadas se realizaron a la altura de un cuarto piso, por lo que tuvieron que subirse al tejado del inmueble colindante, más bajo.

Estas pintadas que empezaron en los negocios cerrados después se han ido extendiendo a los muros que cierran urbanizaciones, como las ubicadas entorno a la biblioteca Rialeda, e incluso a mobiliario urbano como la marquesina de la parada de autobús junto a A Pasaxe, totalmente pintada.

La investigación para detectar a los autores es compleja. Según indicó la concejal de Seguridad Ciudadana, María Xosé Varela, primero se catalogan las firmas que hacen los grafiteros y luego se trata de pillarles in fraganti. Después incluso se les hace una comparativa grafológica para contar con una prueba "indubitada". Así se hizo en diciembre de 2011 cuando los agentes identificaron a un menor como el autor de 94 pintadas por todo Oleiros, que generó un gasto, entre trabajos de limpieza y multas, de más de 50.000 euros. Ese año también se identificaron a dos jóvenes de Oleiros por pintar 190 paredes.

ASMA, ASWE o SPAM eran firmas habituales en Oleiros hasta hace poco, aunque en esta zona de Perillo ahora mismo, junto a nombres conocidos como SONCHE, aparecen otros nuevos como GOLPE, OMTS o MARIA.