Entre toda la industria que hay instalada en el polígono de Sabón y en el puerto exterior de Langosteira sobreviven varias especies de aves. La que más se ha dejado ver por la dársena es el cormorán moñudo, según recoge la Memoria de Sostenibilidad que ha elaborado la Autoridad Portuaria de A Coruña. A pocos metros de la entrada al puerto desde Sabón está el embalse de Rexedoiro, que es un punto donde se pueden ver numerosas especies de aves. El Puerto señala que la zona la frecuentan el correlimos común, aguja colinegra, archibebe claro, martinete o garza real. También hay patos azulones, fochas y gallinetas, que crían en estas aguas. En invierno aparecen otras especies como el porrón moñudo, porrón común o cerceta común.

En el puerto el cormorán moñudo frecuenta especialmente los acantilados de pendiente pronunciada que marcan el límite de las instalaciones de Langosteira. El Puerto explica que "no se han detectado signos de cría en el entorno de punta Langosteira" en ningún momento. El año pasado la presencia de esta especie en el interior del puerto se limitó a "la detección puntual de ejemplares de paso" en la zona del acantilado O Pozote, que en el futuro será una explanada portuaria, y en el contradique. "La presencia de la especie se ha constatado en otras zonas próximas, lo que demuestra la existencia de posaderos aptos para la especie en el área geográfica", señala la memoria del Puerto.

No aparece reflejado en la memoria del organismo portuario, pero en el mes de septiembre se vivió un curioso episodio con la presencia de un flamenco rosa común en la explanada del puerto. Lo inmortalizó un trabajador que se encontraba en Langosteira. Lo vio Pablo Porto durante una mañana de septiembre.

La Autoridad Portuaria también destaca que la cabecera del embalse de Rexedoiro está "sometida a una alta presión industrial" y que cuenta con "importantes zonas de vegetación palustre, principalmente juncos y espadañas".