El Ayuntamiento de Culleredo dio orden a la Policía Local de aumentar el control sobre el uso de las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida después de encontrarse conque una familia de A Corveira tenía su plaza ocupada todos los días y no podía utilizarla para su hijo, con una enfermedad degenerativa que le obliga a ir en silla de ruedas. Fruto de esta inspección se encontraron ayer, al comprobar la matrícula de un vehículo aparcado en una de estas plazas en Acea de Ama, que el titular de la tarjeta de minusválido había fallecido hacía dos años. El infractor es un familiar de la persona que poseía la tarjeta y la Policía Local comprobó que la utilizaba de forma habitual en esa plaza de Acea de Ama y también en A Coruña.

Los agentes procedieron a retirar el vehículo y al comunicarse con el propietario le indicaron que lo podía recuperar si devolvía la tarjeta de minusválido. Horas después el hombre acudió a recoger el coche y entregó dicha tarjeta. Deberá abonar además la denuncia por aparcar en zona reservada a personas con movilidad reducida, 200 euros, más el coste de la grúa.

Es el tercer caso de uso fraudulento de estas tarjetas que ha detectado la policía en los últimos meses, (en otros casos, por tarjetas caducadas). El Concello, que anunció "tolerancia cero" con estas conductas", va a realizar una campaña de sensibilización sobre el uso adecuado de estas plazas con la Asociación de Enfermedades Neuromusculares.