Los vecinos del edificio de la avenida de Arteixo en el que fue detenido de madrugada uno de los sospechosos de colaborar con la organización terrorista Dáesh se levantaron sobresaltados. Una decena de agentes de la Guardia Civil cubiertos con cascos y armados irrumpieron en el primero B del edificio sobre las seis de la madrugada. Milagros Fariñas, residente en el tercer piso, fue una de las primeras en percatarse del operativo. "Todavía estoy con el susto encima y estoy embarazada. Se escuchó un golpe muy fuerte y gritos. Yo salí al pasillo porque justo acababa de salir mi marido para trabajar. Grité, pero no contestó. Al cabo de un rato me llamó para tranquilizarme y me dijo que había un problema en el edificio, que no era con nosotros y que no sabía por qué era", cuenta Fariñas, quien asegura que conocía "de vista" al sospechoso. "Siempre saludaba, daba los buenos días y las buenas tardes. Educación tenía", comenta. "¡Cómo te vas a imaginar algo así!", exclama. El resto de vecinos del edificio apenas conocían al arrestado. "A mí me daban miedo. Él y el otro con el que vivía me miraron de una manera rara en el garaje. Estoy sorprendida, no contaba con esto tampoco, pero desconfiaba de ellos", afirma una residente en la segunda planta.