Operarios municipales iniciaron ayer la separación de los cables eléctricos de las fachadas de las dos viviendas ruinosas que están pendientes de demolición. Se ejecuta así el decreto del alcalde que ordenó el pasado viernes esta actuación después de esperar desde agosto a que Gas Natural-Fenosa retirase esos cables para poder terminar con la demolición de las viviendas (sí se derribó la parte trasera). El propietario de las casas había pedido presupuesto a Fenosa para apartar los cables y la compañía le había pedido casi 12.000 euros.