¿Qué provocó la histórica inundación de Sada del pasado 30 de marzo?. ¿Cómo evitar que se repita?. Fueron los interrogantes que despejaron ayer los ingenieros de Emalcsa y el Grupo de Enxeñería e Auga e do Medio Ambiente de la Universidad da Coruña (Geama). Los expertos Luís Cea, Jerónimo Puertas y Ricardo Vázquez expusieron ayer las conclusiones de su estudio en el auditorio de Sada e hicieron especial hincapié en la urgencia de ampliar el tramo final de la canalización del río Maior para evitar que se repita un episodio que anegó el centro de la villa.

Los ingenieros atribuyeron el episodio a las intensas y continuadas precipitaciones registradas durante los días 29 y 30 de marzo. El efecto no se debió tanto a la intensidad de la lluvia como a la continuidad de las precipitaciones y la coincidencia con una pleamar. Según sus estimaciones, el valor acumulado de precipitación que se registró en la zona se produce una vez cada 25 años. Según recoge el informe elaborado por los técnicos, eso hizo que llegado un punto, el suelo fuese incapaz de absorber más agua y el caudal de los ríos Maior y Fontoia anegase el centro.

A consulta de los afectados, los ingenieros de Emalcsa y la Universidad negaron categóricamente que la inundación pudiese haberse evitado de abrir antes las denominadas "compuertas". Los técnicos explicaron que este aliviadero no podría haber hecho nada por evitar una inundación de este calibre.

En opinión de los ingenieros, la inundación estuvo provocada por la "muy limitada capacidad del desagüe". Los expertos realizaron una simulación de lo que habría pasado si se ampliase la canalización en el tramo final antes de la desembocadura. Su propuesta pasa por sustituir los cuatro ovoides existentes en la desembocadura del río Maior por un cajón rectangular que tendría una anchura de cuatro metros y una altura de 1,2 y un área total de 4,8 metros cuadrados. "Permitiría un desagüe mucho más eficiente ocupando exactamente la misma sección total que los ovoides actuales", incidieron. Según su simulación, esta obra habría bastado para que se produjese la inundación.

Aunque se trata de la actuación más urgente, no fue la única que salió ayer a relucir durante la presentación de los resultados del estudio. Los técnicos de Geama y Emalcsa consideran preciso técnicas de drenaje urbano sostenible, mejorar la limpieza de los ríos, ejecutar un tanque de tormentas o tomar medidas para disminuir la escorrentía generada en la superficie impermeable del polígono de Bergondo.