"La pobreza energética es de lo que más atendemos, sobre todo en invierno. Pagamos no sé cuántas bombonas. Abonamos muchos recibos de la luz. Hace unos días vino un señor que solo nos pidió que le pagásemos una carga de gasoil para la calefacción", cuenta Agustín Jimeno, presidente de Cáritas Santa Cruz. Tener escasos recursos económicos no puede significar de ninguna manera pasar frío. Esta premisa, apoyada en que cada día es más difícil pagar un ascendente recibo de la luz, movió al Club de Leones a iniciar una campaña de recogida de edredones, sobre todo nórdicos, para colaborar con Cáritas. La campaña finaliza al acabar este mes y ya llevan una veintena.

Oleiros figura año tras años a la cabeza de Galicia como el municipio con más renta per cápita de Galicia pero no todos los que viven allí son familias adineradas. Servicios Sociales del Concello presta todos los servicios (ayuda a domicilio, comedor sobre ruedas...), pero les quedan otras necesidades. Pagar facturas, ropa, comida. Y Cáritas y los Leones lo completan.

"Hay unas sesenta familias en Oleiros que necesitan ayuda de Cáritas, pero que vengan a recoger alimentos y otras cosas frecuentemente, entre 30 y 38. Y con problemas para abonar la luz, unas quince o veinte. Hay vecinos de Oleiros a los que les han ido mal las cosas, están en paro, pero también extranjeros, aunque ahora ha habido una disminución importante de ellos", destaca Jimeno.

"Los latinoamericanos piden muchísima manta, no están acostumbrados a tanto frío. Hace poco llegaron de golpe 17 a Perillo, todos abogados, ingenieros, y llegaron con lo puesto. Tenemos suerte, la gente es muy solidaria", cuenta Carmen Aramburu, que trabaja en el ropero de Cáritas junto con María José, Paula, Mariquita, Belén, Virginia y Nuria. "Esto da trabajo pero es muy gratificante ayuda a la gente", señala María José Moscoso, una de las que más trabajan en ayuda de Cáritas.