Las casetas prefabricadas utilizadas como vivienda o como alpendre, protagonizaron prácticamente la totalidad de las demoliciones efectuadas el año pasado por la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) de la Xunta en la comarca coruñesa. En total en toda Galicia se realizaron 95 derribos de los que 7 se efectuaron en el área metropolitana, lo que supone un importante descenso respecto a las cifras de 2015, cuando la comarca sumó quince demoliciones. No obstante ese año la APLU también tiró abajo más construcciones en general en todas Galicia, 112 en total.

Frente a otros años en que había una mayor variedad de viviendas ilegales demolidas, entre ellas una hípica y un panteón y casas de madera, este año 2016 fue el de las casetas prefabricadas. Cambre (2), A Laracha (2), Betanzos (1), Arteixo (1) y Sada (1) fueron los concellos que registraron estas consecuencias de reposición de la legalidad.

Cambre y A Laracha fueron los municipios con más derribos, dos cada uno. En Cambre se echó abajo una vivienda con una caseta prefabricada como anexo y una vivienda con galpones al lado construidos en suelo rústico de protección forestal. En A Laracha se eliminó una casa tipo fin de semana y sus alpendres (se respetó el invernadero) y una caseta prefabricada colocada en suelo de especial protección de espacios naturales.

Betanzos registró una sola actuación de la APLU: la retirada de una caseta prefabricada en suelo no urbanizable común. En Sada se produjo otro caso, una vivienda prefabricada en suelo de protección de cultivos.

El último caso de demolición de vivienda sin autorización autonómica se registró en Arteixo, donde se tiró una vivienda, unos galpones, un depósito de agua y un galpón en estructura. Se dejó el invernadero.